Capítulo 3: Estrellas en el cielo.

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11:30 A. M.

Invo apenas se había levantado, muy cansado por el día de ayer.

Justamente recordando el día anterior, Invo sonreía ilusionado.
Hasta que se acuerda de algo que lo emociona más.

"¡Tengo el número de Dreyrus!"—Pensó, casi saltando de la alegría.

—Espera, ¿Por qué me emociono?—Se preguntó a sí mismo en voz alta. Dejando de lado lo esquizofrénico que se veía hablar en voz alta consigo mismo, ignoró su emoción y le mandó un mensaje al ya mencionado anteriormente esqueleto.

Invo: Buenas Dreyrus! Quieres salir hoy?

El pelirrojo esperó pacientemente la respuesta de Drey, mientras pensaba en miles de cosas que hacer ese día. De todas aquellas, ya tenía una en mente.

Dreyrus :p : Seguro. A dónde iremos?

Invo: No te puedo decir, es una sorpresa

Dreyrus :p : Uh... Bueno?

Invo: Tú no te preocupes por nada, sé que te gustará ir. A qué hora estás libre? Así te paso buscando, si te parece bien

Dreyrus :p : Estoy libre a cualquier hora, no tengo mucho que hacer hoy

Lo que Dreyrus no le dijo a Invo, fue que prácticamente ningún día tenía algo muy especial que hacer. Por eso aceptó ir con él en primer lugar.

Invo: Bueno! Entonces voy a buscarte a las 8 de la noche. Te parece?

Dreyrus :p : Seh. Y como siempre, estoy en el hospital, por si te lo preguntabas.

Nuestro queridísimo pelirrojo se emocionó y empezó a prepararse. Si, 9 horas antes de ir al lugar.

Ustedes se preguntarán ahora: "¿Invo hacia donde va a llevar a Dreyrus?"
No puedo decirles, es una sorpresa para ustedes también.

(...)

Invo salió de su departamento. En unos minutos ya había llegado a la calle del hospital.
Fuera de éste, se veía a un esqueleto con una bufanda azul. El pelirrojo lo reconoció instantáneamente, y fue a acercársele.

—¿Vamos?—Preguntó Invo, y le tendió la mano.

—Sí, pero no te daré la mano. Sería muy gay—. Bromeó Dreyrus, a lo que Invo se decepcionó un poco, pero no objetó nada al respecto.

Fueron caminando mientras conversaban, tanto así, que a Dreyrus se le olvidó completamente que no tenía ni la menor idea de adónde iban.

Invo paró de caminar y paró al esqueleto también, que iba despistado hablando.

—Ya llegamos ¿Qué te parece?—Preguntó el pelirrojo a Dreyrus, sonriendo de lado mientras lo miraba.

—Es... Es... Increíble...—Dijo finalmente Drey, sin palabras para describirlo. En su emoción, se le lanzó encima a Invo, dándole un fuerte abrazo.
En esto, Dreyrus empezó a llorar de alegría.

¿Qué es esto que ha emocionado tanto a Dreyrus?
La respuesta es simple.

—Un observatorio...—Verbalizó difícilmente el esqueleto, todavía con emoción.
Ya se había quitado de encima de Invo, quien a estas alturas estaba un poco sonrojado.

—Bien. ¿Entramos o no?—Preguntó finalmente el pelirrojo. Acto seguido, tomó de la mano a Dreyrus y lo llevó dentro del edificio.

Una vez dentro, caminaron por la estructura, admirando cada cosa que había dentro.
Subieron por las escaleras, hasta el telescopio, y empezaron a ver a través del mismo.

—Hey, ¿Ves esa de allá? Es «Betelgeuse.» Es una gigante roja—. Señaló Drey, feliz de ver sus queridas estrellas. Ellas le habían ayudado a distraerse de su realidad. Su triste realidad.

—¡Oh sí! ¿¡Tú ves esa?! ¡¡Es «Elnath»!!—Exclamó súper emocionado Invo. Finalmente podía ver estrellas, y no a través de la pantalla de su celular.

Para él, lo mejor de todo es que compartía este momento tan hermoso con Dreyrus.

(...)

Después de tanto ver estrellas, tenían que regresarse a sus respectivos hogares.

O bueno, sólo Invo.

En su amena charla de regreso, estuvieron comentando lo divertido y emocionante que había sido ir.

En un momento, tenían que despedirse ya.

—¿Sabes, Invo? Si el tiempo fuese infinito... Podría pasar todo el tiempo contando estrellas contigo—. Soltó dulcemente Dreyrus, sonriendo de un lado mientras veía a Invo.

El pelirrojo no tuvo más que decir, se quedó estático mientras se ponía rojo y una sonrisa boba en su cara iba apareciendo.

El esqueleto no tenía nada más que decir, así que simplemente le sonrió una vez más a Invo y entró de nuevo al hospital.

(...)

Una vez en su apartamento, nuestro protagonista simplemente se acostó en su cama, feliz del día que había pasado, y emocionado por lo que pasaría en el futuro.

"Podría pasar todo el tiempo contando estrellas contigo." Fue lo único que estuvo en su mente durante toda la noche, además de la cálida sonrisa que le había dedicado Dreyrus.

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“Sí, ya me lo han dicho, soy una daltónica por decirle "pelirrojo" a Invo
Pero hasta que él no reclame nada, se queda así y se joden :P”

Counting Stars. [Invo x Dreyrus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora