III

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El día del juicio de Pirlact llegó, no asistimos ni Gymmal ni yo, pero Nymeria si, según me enteré poco después, Pirlact fue llevado al palacio para enfrentar legalmente sus acciones, algo interesante de Antares y el resto de estrellas es la manera en la que se desarrollan estos procesos: en primer lugar el acusado es llevado con unas esposas especiales hechas de energía luminosa, las cuales al menor roce quema y neutraliza poderes; otro punto de los juicios es que no se desarrolla en una sala con un juez y un jurado como en la Tierra, se realiza en un salón enorme, frente al rey de la estrella y de las aledañas.Se presenta el caso y en base a ello se realizan lesiones en el acusado, evaluando la gravedad de ellas con su cargo y grado de responsabilidad. Sin embargo, un pequeño príncipe no siente que el castigo sea suficiente, tenía una mezcla de ira y determinación al ver al hombre que por muchos años le mintió y realizó experimentos con su amiga, además de haber secuestrado al hombre que le devolvió el color al sol, yo, Drystan.

Yo esperaba que el proceso se desarrollase con "normalidad" de manera que sea sentenciado y podamos avanzar, pero según lo que me enteré, Nymeria irrumpió en el proceso, el rey permitió tal suceso, se acercó a Pirlact, quien la observaba desde su puesto junto con los guardias que lo custodiaban, tenía una expresión cansada, dolorosa gracias a las lesiones que ya le habían realizado por sus crímenes.

La princesa al estar un tanto más cerca descubrió su diestra, sus ojos y su palma se pintaron de blanco y en un parpadeo fue despedida una luz cegadora, la misma que vi hace tanto tiempo, la cual dejó a Pirlact en el suelo sin la parte inferior del cuerpo, la cual fue desintegrada. Retorciéndose de dolor en el suelo, el malvado starxiu le devolvió una mirada y lloró -Eso es una probada de lo que mereces- dijo la princesa ya con los ojos de regreso a su color azul, suspiró, miró a su padre -disculpe su majestad- dijo arrodillándose, el rey de Antares asintió, sonrió mirando a su hija -levántate hija mía- volvió hacia sus guardias -Llevense a esa escoria de mi vista, no quiero volver a saber de él- decretó el monarca apoyado por los reyes de Póllux, Castor, Thestias y el misterioso reino lunar, los guardias rápidamente tomaron a Pirlact y nunca más se supo de él.

Cuando Nymeria volvió al palacio, Gymmal la recibió. Recuerdo que me dijeron que conversaron sobre lo ocurrido, dado que era una bomba para todos los starxiu y habitantes de las demás estrellas grandes, de todo el cosmos en general para ser honesto...

-Nymeria, ¿por qué lo hiciste? -dijo con preocupación en sus ojos y temor. La princesa al notar ello, respondió con enojo, no comprendía por qué ella no estaba de su lado, después de todo lo que ha pasado. -Hice lo que era necesario. Pirlact representaba una amenaza no solo para ti, sino para la estabilidad de todas las demás estrellas, la Tierra, el cosmos. No podía permitir que continuara-.

Gymmal suspiró, no podía negar que el hecho de que Pirlact estuviera muerto era un alivio después de todo lo que sufrió junto a Drystan, pero no podía apartar los pensamientos de que algo malo podría suceder -Nymeria, ¿qué mensaje estás enviando al resto de las estrellas? ¿Acaso quieres una guerra? Porque a los ojos de las estrellas vecinas, Antares actúa como juez y verdugo según su propio juicio...-

Nymeria miró desde otro punto lo que había pasado. Gymmal tenía razón, las actitudes tomadas por la princesa habían dejado incógnitas sobre sus intereses en comparación con los de Pirlact. Este último, aunque malvado, podía ser visto por algunos como un incomprendido que buscaba el renacer de los starxiu sobre la Tierra, un martir que simplemente desaparecieron cuando intentó cambiar lo que estaba establecido. Nada más alejado de la realidad, pero Antares era famoso por su enorme muralla y sus políticas en las que la traición se paga con la muerte, sea o no por manos nobles.

La princesa contunió con más excusas al parecer de su amiga -sé que esto puede parecer un acto impulsivo y cruel, pero no podía permitir que Pirlact siguiera vivo. La seguridad de Antares y de todos nosotros estaba en juego. Pirlact no dejaba otra opción-. Gymmal susupiró exhausta por la conversación, sus ojos aún reflejaban preocupación. Sabía que las acciones de Nymeria, aunque justificadas, podrían tener repercusiones que aún no podían prever.

The Beginning of your starlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora