NO HAGAN PROMESAS QUE NO CUMPLIRÁN

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Ambos niños se encontraban afuera de la que parecía ser la casa de su tío.

Isabella se acercó a la información que tenía anotada Kevin en la libreta. Decía:

Rob McCallister
51 West 95 ST.
New York
*Junto con un número de teléfono*

La chica miró a su hermano y a la casa y asintió. Ambos miraron la casa de arriba a abajo la cuál parecía abandonada. No había ni una sola luz encendida.

La primera en caminar fue Isabella. Tomó a su hermano de la mano mientras subía las escaleras. Tocaron repetidamente pero no hubo respuesta. Kevin se agachó y vio el interior de la casa por la rendija donde se depositaba el correo.

- ¡Buenas noche! (Gritó el niño) Tío Rob. Tía Georgette. ¿Hay alguien en casa? ¡tío!. ¿No hay nadie?. Somos nosotros, tus sobrinos favoritos, Kevin y Isabella. Tío Rob, tía Georgette...

- no hay nadie aquí (dijo Isabella mientras se daba media vuelta y bajaba las escaleras. Su hermano la siguió)

Eran dos niños de 11 años caminando solos en unas calles horrendas en el frío Nueva York. Rodeados de gente que se veía extraña y sospechosa.

- por eso no me gusta la época de navidad. Por qué hace mucho frío (dijo una señora vagabunda de avanzada edad que pasaba junto a ellos)

Los chicos siguieron caminando tratando de ignorar las miradas de todas las personas de ahí. Muchos de ellos chocaban con ellos. En especial con uno. Lo voltearon a ver, y al dirigir su mirada de nuevo al camino un señor estaba a sólo unos cuantos centímetros de ellos.

- ¡CUIDADO, NIÑOS! (Dijo un hombre que no tenía la dentadura completa. Isabella tomó la mano de su hermano para seguir caminando)

A un metro había dos chicas muy arregladas.

- ¿Están buscando quién les lea un cuento antes de dormir? (Ambas chicas se empezaron a reír. Kevin fue ahora el que agarró a Isabella para salir corriendo)

- ¿eran prostitutas? (Preguntó Isabella)

- ¡TAXI! (Gritó Kevin. Uno se detuvo y ambos niño subieron) vaya, que feo está afuera (un hombre de aspecto intimidante los miró lentamente. Isabella empezó a golpear la puerta para intentar salir)

- no es mucho mejor aquí...

- YYYY... (Kevin apartó a su hermana para abrir la puerta y salir corriendo)

Corrieron hasta un parque cercano y se escondieron detrás de unas rocas.

- ¡Mira Kevin! (Dijo Isabella señalando a unas palomas que estaban en la misma)

Su hermano sacó una galleta y le dio la mitad a Isabella. La menor le dio una gran mordida.

- no es para ti, tonta. Es para que le des a las palomas (decía mientras que hacía la mismo)

- ahhh (dijo con un leve sonrojo por la pena) ya sabía...

Más y más palomas llegaban. Todas estaban comiendo las galletas que estaban en las manos de los niños.

- ¿de dónde salieron todas ustedes? (Dijo Kevin) no se si nos alcancen para todas. ¿Tienen mucha hambre? (Isabella miraba con miedo a su hermanos. Le estaba hablando a un grupo de... ¿palomas?)

Mi Pobre Angelito 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora