4. El mensaje.

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Era simple. No debería estar costándole tanto, un sencillo "Hola, soy Juanjo" y a otra cosa. Sin embargo, llevaba casi un cuarto de hora mirando la pantalla del móvil como si esta fuera la entrada a la cárcel. 

Paul había insistido en que no podía dejar pasar más el tiempo, que una semana ignorando la realidad habían sido suficientes y que debía quedar con Martin para empezar a crear algo juntos, después de todo, si Juanjo quería que las canciones que Martin componía tuvieran también algo suyo debía involucrarse en todo ese proceso. Así que le había dejado su número, con una clara amenaza de que le escribiera pronto. 

Juanjo sabe que tiene razón, pero hay algo que le impide mover sus dedos a través de la pantalla y escribir. Se siente algo demasiado... grande. Le genera demasiado respeto la situación y, para que negarlo, siente unas mariposas casi olvidadas en su estómago al pensar en componer con el vasco. 

Toma una gran bocanada de aire y coge fuerzas tomando finalmente la decisión. Sus dedos tiemblan mientras escribe un rápido mensaje. 

"Hola. Soy Juanjo" demasiado seco, no expresa nada. Lo descarta a toda velocidad.

"Martin, Paul me ha dado tu número porque cree que deberíamos hablar." Muy directo. Encima ni siquiera tiene su nombre, ¿Cómo esperaba que Martin lo reconociese?. 

Suspira frustrado y abre otro chat.

"¿Qué le escribirías como primer mensaje a alguien con el que estás obligado a trabajar y al que trataste bastante borde la primera y única vez que se vieron?"

Juanjo no espera ni medio minuto antes de que el sonido de su tono de llamada interrumpa el silencio del piso. Denna.

— ¿Qué es lo de tu mensaje Juanjo? – es lo primero que escucha cuando atiende, ningún saludo, hace tiempo que ellos ya no lo hacen. 

— Lo que lees. 

Colaboró con Denna en la que fue su segunda canción en la industria, la discográfica los había contactado bajo la idea de que harían una gran pareja musical y, aunque nunca fue explícito, también les interesaba que fueran simplemente pareja. Después de todo, todo el mundo sabe lo que mueve un buen salseo.

Juanjo y Denna habían conectado casi de forma instantánea, tenían muchas cosas en común y la pasaban realmente bien juntos, pero nunca hubo más que una buena amistad entre ellos. Con el tiempo, la de Granada se volvió una especie de guía para el chico, que agradeció tener a alguien, dentro de ese mundo tan hostil, en el que poder confiar.

— Necesito más contexto si quieres que pueda ayudarte. – por el ruido que se escuchaba en la otra línea, Juanjo puede imaginarse que su amiga se encontraba en algún lugar bastante concurrido. 

— ¿Dónde estás? – Denna sabe que está evitando contar lo que sea que tiene en la cabeza, pero decide permitírselo durante unos segundos. 

— Aeropuerto, estoy esperando el vuelo a Madrid. – responde. Juanjo no puede evitar la sonrisa que se forma de manera inmediata en su cara, hace dos meses que no ve a Denna, desde que le surgió la oportunidad de irse a componer en Los Ángeles con uno de los productores más importantes. 

— ¿No pensabas avisarme que volvías? – la emoción decora cada una de sus palabras, incapaz de contenerla. No va a admitirlo en voz alta, pero echa en falta tener a su amiga a unos minutos de distancia. 

— Era una sorpresa. – suena frustrada, como si de verdad hubiera deseado sorprenderlo. Juanjo sonríe. – sorpresa que te has decidido a joder, así que ahora cuéntame ¿Qué cojones fue ese mensaje? 

peaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora