Prologo

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La luna llena iluminaba tenuemente el bosque, creando sombras inquietantes entre los árboles. El aire estaba cargado de tensión y el crujido de las ramas bajo los pies de dos figuras corría en paralelo con sus respiraciones aceleradas. Leo y Alex, dos chicos cuyas vidas habían estado entrelazadas por el amor y el destino, ahora se encontraban en el centro de una tormenta de desesperación y furia.


Habían recibido la llamada esa tarde. La voz en el teléfono era fría y calculadora, anunciando que Sara, la hermana menor de Alex, había sido secuestrada. Las palabras habían golpeado como una descarga eléctrica, dejando a Alex en un estado de shock y a Leo lleno de una rabia contenida.


—¡No podemos perder más tiempo! —exclamó Alex, su voz quebrada por la angustia mientras corría a través del sendero oscuro.


Leo, más calmado pero igualmente preocupado, trató de alcanzarlo.—¡Alex, espera! Necesitamos un plan —dijo, su mano intentando agarrar el brazo de su pareja.


Alex  se soltó bruscamente, girándose para enfrentar a Leo. Sus ojos brillaban con lágrimas y determinación.


—¡No hay tiempo para planes, Leo! ¡Sara está en peligro y cada segundo cuenta!La confrontación se volvía inevitable. Dos corazones heridos, dos almas desesperadas, se miraban fijamente, cada uno con su propio enfoque sobre cómo salvar a alguien que amaban. Leo sabía que la imprudencia podía ser fatal, pero la desesperación de Alex era palpable, y él mismo sentía la misma urgencia.


—Lo sé, Alex. Pero si no pensamos con claridad, podríamos perder más que tiempo —respondió Leo, su voz calmada pero firme—. Te necesito aquí, conmigo. Juntos podemos salvarla.


Alex  respiró hondo, sus hombros temblando mientras trataba de controlar el torrente de emociones. Sabía que Leo tenía razón, pero el miedo a perder a su hermana lo consumía.—Está bien —dijo finalmente, su voz reducida a un susurro—. Pero no me pidas que me quede quieto.


Leo asintió, acercándose y tomando la mano de Alex.—No lo haré. Iremos juntos, pero con cabeza fría.


En ese momento, bajo la luz tenue de la luna y rodeados por la oscuridad del bosque, Alex y Leo  sellaron un pacto de amor y valentía. Conscientes de que el camino que tenían por delante sería peligroso y lleno de incertidumbres, se comprometieron a enfrentarlo juntos, dispuestos a hacer lo que fuera necesario para salvar a Sara.


El peligro que acechaba en las sombras no solo pondría a prueba su determinación y habilidades, sino también la profundidad de su amor. La noche apenas comenzaba y con ella, una odisea que cambiaría sus vidas para siempre.


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