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Fourth nunca había sido tocado allí antes y cada toque se sentía como fuego. Nunca había imaginado, ni en sus fantasias más locas, que alguien pudiera hacer algo como esto. La sucia intimidad lo estaba volviendo loco.
Durante mucho tiempo el hombre simplemente lamió y acarició el capullo apretado del chico, pero luego su lengua presionó fuerte justo contra el agujero y la punta se retorció hacia adentro. Fourth se mordió el puño, intentando no volver a gritar.
Gimió impotente, mientras la otra mano del hombre tiraba y tiraba de su polla, mientras le daba el beso negro de su joven vida. Sus bolas se apretaron y Fourth supo que estaba flotando al borde delnprecipicio. Iba a correrse si el hombre seguía así por mucho más tiempo. El otro hombre pareció sentirlo.De repente se puso de pie, pasando su lengua por toda su columna mientras lo hacía.
La cabeza de Fourth se echó hacia atrás y su espaldase arqueó espasmódicamente, por la intensa sensación de cosquillas. El pequeño pelinegro se quedó donde estaba, con las manos en la pared frente a él. Jadeó con anticipación y emoción.
Podía sentir al gran hombre de pie justo detrás de él, asomándose, oscuro, alto y misterioso.
Oyó el sonido del otro hombre quitándose la chaqueta de su propio traje. Fourth sintió que unas manos grandes se movían para cerrar sus pequeños puños, sujetándolos en su lugar en la pared, mientras el hombre se movía para presionarlo desde atrás. El duro bulto de su polla en los pantalones del traje, se frotaba insistentemente contra su trasero desnudo.Se sentía enorme. Una voz profunda le preguntó con un dejo de incertidumbre.
— ¿Estás bien? – Fourth gimió incoherentemente. Las palabras se sentian lejanas. – ¿Estás limpio? – Qué pregunta más extraña. El pequeño pelinegro asintió. Por supuesto que lo era. Nunca había hecho esto antes. Murmuró un :
— Mmm.. Ujum – De consentimiento, y presionó su trasero hacia atrás en una invitación tácita. El hombre más grande se rió de nuevo, y el sonido profundo y retumbante hizo que la piel de Fourth hormigueara.
Una gran palma se extendió sobre la suavidad del vientre del menor y su tamaño lo hizo estremecerse de deseo. Los dedos del empresario rodearon toda su caja torácica. Los dedos de la otra mano rodearon el agujero cubierto de saliva con algo blando, no tan resbaladizo como uno esperaría tal vez algo más parecido a un bálsamo para los labios. Unos dedos gruesos presionaron ur trozo de lo que fuera que había dentro de él.
Lo follaron dentro y fuera de él suavemente, preparando su agujero y derritiendo la masa cerosa con la fricción . Cuando el agujero de Fourth estaba suelto y descuidado, lleno de una masa pegajosa y cerosa, el otro hombre presionó la enorme cabeza de su pene contra el apretado trasero del chico.
Avanzó lenta pero constantemente, y Fourth pudo sentir que su pequeño y tierno agujero no sería rival para una herramienta tan gigantesca. El anillo de músculos empezó a abrirse.Se extendía cada vez más, más y más.
El tramo ardía y dolía. Era más grande que cualquier cosa que jamás hubiera imaginado. Los ojos de Fourth estaban bien abiertos y jadeaba con esfuerzo, cuando su trasero se vió obligado a abrirse lo suficiente, como para tragar la gigantesca circunferencia del hombre.
Cuando la cabeza apareció, se sintió como si le hubieran metido una pelota de tenis en el trasero, y eso fue sólo la punta.
Su agujero palpitaba. El joven se estremeció de miedo. Era su primera vez, no estaba seguro de poder soportar algo tan grande, pero no iba a detenerlo, por nada del mundo. No había nada que quisiera más que ser superado por este hombre, ser poseido por él por completo. Y ni siquiera sabía su nombre.
De repente, las luces volvieron a encenderse y el ascensor se puso en movimiento con una sacudida, comenzando su lento ascenso. En esta oscuridad, lo había sentido como un sueño, una fantasía hecha realidad pero las luces los devolvieron a ambos a la realidad.
Los grandes ojos azules de Fourth miraron detrás de él, por encima de su hombro, mordiéndose el labio inferior.
El otro hombre parecía un poco desaliñado, aunque ciertamente no tanto como el pequeño pelinegro, que estaba prácticamente desnudo en ese momento, inclinado con su trasero redondo en el aire, y una polla presionada contra su culo.
El cabello oscuro del hombre de negocios caía sobre su frente, muy lejos del peinado. Peinado hacia atrás que le había visto usar, antes de que se apagaran las luces. El rostro del hombre parecía preocupado. Sus ojos preocupados miraron el rostro de Fourth en busca de orientación.
Parecía más bien un niño travieso, al que hubieran pillado con la mano en el tarro de las galletas; culpable pero impenitente fue gracioso ver esa expresión en un hombre tan importante, guapo y de apariencia refinada.
Fourth no pudo evitar reirse. Sus grandes y bonitos ojos azules parpadearon,formando medias lunas divertidas. Sus pequeños hombros temblaron con una risa infantil que trató de ahogar, tapándose la boca con una pequeña mano.
Al ver el buen humor del chico. El rostro del otro hombre se iluminó con una amplia sonrisa propia, mostrando unos dientes blancos perfectos. Extendió un largo brazo y presionó el botón de parada de emergencia.
El ascensor se detuvo de nuevo con una sacudida, pero esta vez las luces y la música permanecieron encendidas. El hombre de ojos dorados pareció cambiar de opinión acerca de tomar a Fourth por detrás. Sacó la punta de su polla con un 'pop' y giró al hombre más pequeño para mirarlo.
Fourth estaba casi desnudo, con los pantalones alrededor de los tobillos, mientras que el otro hombre estaba completamente vestido.Se sentía terriblemente expuesto y un poco tonto, pero eso sólo aumentaba su excitación.
Estaba sin aliento mientras miraba a los ojos del extraño que se cernia sobre él. Ojos dorados que le devuelven la mirada intensamente. Sus profundidades estaban llenas de fuego, y Fourth nunca se había sentido tan deseado.Se sentía simultáneamente vulnerable y poderoso. Su química era increíble, la electricidad prácticamente crepitaba en el aire entre ellos. El otro hombre era increíblemente viril y atractivo.
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