2. COMO SOBREVIVIR.

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Llorando, e incapaz de hacer otra cosa, se quedó en el frio y sucio piso.

La oscuridad que la rodea le roba el poco aire que hay debajo de la tierra, la asfixia. Se abraza a si misma tratando de consolarse, tratando de calmar su cuerpo, su mente y su corazón.

Pasado el tiempo, dejó de llorar, más tranquila se animo a recorrer con la vista a su alrededor. Aún desde el suelo, pudo ver mejor el lugar.

El fogón contaba con algunos trozos de leña, la silla se veía que aún servía y el catre, sin almohada o alguna otra comodidad, como sabanas, estaban ausentes.

A lo lejos un sonido extraño llamó su atención, con miedo trató de levantarse. Ya de pie, camino un par de pasos para observar por debajo de la cama.

Su curiosidad le costo caro, una enorme rata la observaba. Presa de su miedo por el roedor, gritó.

Provocando que la rata comenzará a correr por todos lados buscando la salida y a su vez, Kuchel inmovil enmedio aquel sitio, se abrazó así misma y cerró sus ojos lo más fuerte que pudo.

La rata salió por algún agujero en la pared, desgraciadamente la rata no fue la única en notar la temerosa presencia de Kuchel.

Pasos se escucharon afuera y murmullos. Al darse cuenta de su error buscó algo en aquel pequeño espacio para defenderse u ocultarse.

Su vista noto la leña, entre aquellos trozos, habia uno más largo. Con cautela se acerco, tomo uno y lo atravesó en la puerta, en un intento por trabarla.

Sus manos temblaban mientras rogaba a los cielos que aquellas personas no entraran.

Con la misma cautela se alejó de la puerta y avanzó hasta el catre. Se sentó a esperar.

Los recuerdos de su vida en aquel encierro, llegaron a su mente.




Flash back

-Extraño a mis papás, ¿qué pasará ahora abuelo?.

El hombre mayor, la observó con compasión, y ella ajena de aquel sentimiento, le tomo la mano, con el miedo a lo desconocido recorriendola.

-Te quedarás aquí, en esta casa nada te faltará, pero no puedes salir más allá de las colinas.

-¿Por que?.

-Los Ackerman servimos al rey, somos una familia importante, y si sales más allá, te podrían matar.

-¿Por que entonces no vivimos con el rey?.

-Si obedeces, cuando crezcas le pediremos al rey que vivas en el palacio, ¿te parece bien Kuchel?.

Los ojos de la pequeña pelinegra brillarón, con la ilusión de alguna día vivir en un palacio.

-¡Si abuelo!, me portare bien.

-Me alegra, yo me tengo que ir a cumplir mis deberes, tu debes estar aquí y portarte bien, confío en ti Kuchel.

-¡Si!.

Con algo de tristeza vio como su abuelo se alejaba, desde la ventana de la sala, la ama de llaves la consolaba.

Fin del flashback.





-¡Maldito viejo mentiroso!.

Susurró de nuevo entre lagrimas, la vida sin duda había sido una perra con ella. No solo lo obedeció por años, tambien le creyó.

Desiciones sin arrepentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora