0.3: Let me be your woman

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Hanne había despertado con los ánimos a millón, en la mañana tenía que entregar un proyecto de arte contemporáneo que le habían mandado hace tiempo, gracias al cielo solo tenía la entrega porque había quedado con un amigo (su primer amigo en toda ...

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Hanne había despertado con los ánimos a millón, en la mañana tenía que entregar un proyecto de arte contemporáneo que le habían mandado hace tiempo, gracias al cielo solo tenía la entrega porque había quedado con un amigo (su primer amigo en toda su vida) para desayunar antes de ir a abrir su floristería. Después de toda su agitada mañana tenía que ir a las oficinas de Doogo para concluir el proyecto y terminar la charla que la noche anterior había tenido con su jefe, y es que la castaña salió corriendo al momento que al joven lo llamaron prometiendo que le traería una respuesta mañana; en defensa de la chica: ¿qué se supone que tú respondes a eso? Hace apenas una noche que lo había conocido y aunque es cierto que desde el primer momento tuvo interés en el, no planeaba casarse con el chico a la hora; pero tenía que admitir que ese hombre la cautivaba en su totalidad, en la mañana dios tres brincos al recibir un mensaje de "buenos días:)" de parte del hombre y es que nunca le había pasado algo así, nadie nunca había dado el primer paso con ella.

Decidió no pensar en Ryu Shi-oh, o por lo menos no hasta que se encontrara con su amigo Han-seo que la iba a ayudar a tomar una decisión muy importante.

Entregó su trabajo y salió corriendo a un café que estaba justo en frente de su floristería, y es que Han-seo le había agarrado el gusto al lugar de tantas veces que iba a visitarla, cuando entró puedo encontrarse a su amigo saludando animadamente a la señora encargada del restaurante para luego lanzarse a sus brazos, era muy cariñoso, pero Hanne nunca se quejó de un solo abrazo y agradeció al 100% tener una amistad tan linda y pura como la que mantenía con el chico. Pidieron la comida y se pusieron a hablar de unas cuantas cosas, hasta que por fin llegaron al tema:

—¿Y te fuiste sin mas? ¡¿Estas loca?! ¡Le hubieras dicho que si!— Chilló su amigo escuchando como la más tímida se escondía en la silla.

—Es que, lo acabo de conocer, ¿no te parece raro? —Le contestó dándole una bocado a su comida.

—¿Y? Hannie, por fin tienes a un hombre que tiene todo el gusto he interés por ti, aparte de que es millonario, guapo y alto, ¿que más quieres?— Continuó el coreano algo agitado.

—No lo se...

—Peque, es tu momento de vivir la historia de amor que siempre has soñado, ¿por qué no le dices para ir a un ritmo que los dos estén cómodos? Ya te dijo que mataría por ti, creo que ahora está más que dispuesto a respetar todo lo que le pidas— esto último, el chico lo dijo riéndose, como si fuera una broma.

Pero Hanne solo le mostró una sonrisa incómoda, sabiendo que su amigo no iba a entender que aquel hombre hablaba en serio. Hanne sabía que era capaz, y lo peor de todo es que le encantaba la idea.

La chica tenía que admitir que tenía un oscuro secreto, y es que tenía cierta afinidad y fetiche pero los antagonistas de las historias. Nunca le gusto la idea de un héroe que haría lo que estuviera en sus manos para salvarla, siempre a soñado con un villano que haría lo imposible por ella; ella soñaba con obsesionarle tanto a alguien que haría lo que fuera con ella.

Mi dulce pétalo (Ryu Shi-oh)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora