El silencio dominaba la habitación, Hanne apenas había soltado la bomba y no sabía que más hacer o decir, tenía los pelos de punta y sus nervios invadían todo su ser.
Por otro lado, Ryu Shi-oh ocultaba una sonrisa, la chica que había deseado desde hace meses estaba aceptando ser suya, era algo que no podía imaginar ni creer.
—¿En serio?— Preguntó incrédulo y conteniendo una sonrisa.
Hanne solo asintió sin mirarlo, esto provocó que el hombre se pusiera algo nervioso, sabía que detrás de ese gesto había un "pero" el cual tenía miedo de escuchar.
—¿Pero?— Se atrevió a preguntar.
—Para serte franca, me da miedo salir herida... te atraigo físicamente y por ll poco que conoces de mi pero, me da miedo que a medida que me vayas conociendo tus sentimientos en vez de aumentar disminuyan en su totalidad y me termines rompiendo el corazón— admitió la más pequeña.
El chico rio antes su confesión, ¿como no le iba a gustar? ¿A caso ella no estaba entendiendo que desde hace meses el babea por ella?
—¿De que te ríes?— Pregunto Hanne mirándolo directamente.
—Del hecho que no entiendes que me vuelves loco desde hace meses, Hanne, ¿en serio crees que vas a dejar de gustarme así de la nada cuando llevo tanto tiempo esperando este momento?
Ella negó con la cabeza haciendo un puchero al cual Shi-oh solo pudo contestar agarrándola de las mejillas para poder verla fijamente a los ojos.
—No voy a hacerte daño pétalo, no cuando eres lo único que vale la pena— dijo con un tono calmado y sincero haciendo que la chica solo suspirar aliviada.
Estaba dispuesto a hacer lo que sea por ella, al igual que sus padres, ese era el tipo de relación que ella quería.
—Hanne, ¿estás dispuesta a ser mía?
Ella asintió.
—Shi-oh, ¿tu... estás dispuesto o ser mío?
Pero la distancia acortada entre ambos no le dio tiempo de entender su respuesta, o más bien la paralizó y no la hizo entender que esa fue su manera de decir si.
Ryu Shi-oh la estaba besando.
Hanne al comienzo estaba paralizada, que forma tan peculiar de decir que "si", ¿no era que en corea se guardaban los besos hasta llevar un tiempo conociéndose? ¿Por qué ella pensaba en esas cosas y no disfrutaba del momento? ¿Acaso era tonta? Y no es que fuera tonta (un poco inocente pero tonta jamás), simplemente la tomo desprevenida y era algo comprensible porque ese tipo de reacciones no son comunes de esperar; los labios del mayor se movían de una manera tan sensual que hacía que sus pelos se pusieran de punta, le costó un poco comprender que tenía que adaptarse al ritmo del beso y más aún a seguir este ritmo, aquel beso estaba lleno de pasión: no era muy lento pero tampoco sentía que se iban a quitar la ropa ahí mismo, era perfecto.
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Mi dulce pétalo (Ryu Shi-oh)
FanfictionQuien iba a creer que una daga y una rosa podrían complementarse una a la otra. Dos personas, completamente diferentes, con gustos y vidas tan distintas, no pueden estar hechas una para la otra... ¿o sí? Ella tenía un alma pura, limpia e inocente...