Porque no me gustas

Entrada 2

     Pongamos antecedentes.

     Siento que me alejé tanto de escribir que retomarlo requiere que explique que es lo que hago.

     Soy universitaria.

     En mi segundo año de contabilidad.

     Siempre me gustaron los números, así que supongo que era algo obvio.

     La carrera me gusta. La escuela me gusta. Mis amigas me gustan y en general todo me gusta.

     Vivo con mi hermana y ahora sí puedo decir que soy una adulta. No soy como me imaginaba que sería a los once, en realidad, la pequeña yo estaría bastante decepcionada de verme. Pero no es tan malo. Todavía soy joven para cumplir mis expectativas de la infancia.

     Ya casi cumplo veinte.

     No tengo novio.

     No quiero.

     Es curioso.

     Cuando me mudé aquí en las vacaciones antes de entrar a la universidad estaba decidida a olvidar a mi primer amor. Me prohibí pensar en él. Por cada vez que su nombre se colaba en mi mente tenía que ir y echar dos monedas en mi alcancía.

     Al final de dos semanas tuve suficiente dinero para ir a un buen restaurante a comer. Incluso me sobro dinero para un helado.

     Seguí con ese método otros cuatro meses y luego descubrí que no tenía novio ni me gustaba nadie porque a todos les veía un defecto.

     Es muy alto. Es muy bajo. Es muy flaco. Es muy feo. Su voz es fea. Tiene acné. Camina como pato.

     Y después de hacerme un análisis para comprender que me pasaba me diagnostiqué con que no me gustaba nadie porque no soportaba ver a ningun chico.  Así de simple.

     Pase otros dos meses.

     Y luego la situación cambió.

     Cuando no me gustaba alguien ya no era por su físico sino por su forma de ser, porque aún después de hablarle me parecía poco interesante.

     Entonces mi diagnostico cambio a ser que no quería que me gustara nadie.

     Y desde entonces vivo así. No me gusta nadie. No quiero

     No envidio el romance.

     Al menos no lo hacía hasta antes de las vacaciones. Puede que las cosas estén cambiando de nuevo.

Beth Z.