polvo de estrellas

5

La luz, y el horrible olor a alcohol hizo que se despertara de inmediato con un severo dolor de cabeza,  dandole vueltas, apenas y pudo distinguir bien su entorno, por lo que se sentó, y respiró hondo, dando pequeñas respiraciones para lograr nivelar su ritmo cardiaco.

Cuando hubo recuperado un poco de lucidez palpo con sus manos las sabanas de la cama donde estaba sentado, encontrándose con sábanas de lino oscuro, also la mirada cuando la lampara de la habitación fue encendida, casi pega un brinco cuando su mirada se topo con un hombre que traia una charola con una tacita con ornamentos rosas que desencajaba con el hombre de aspecto feroz vestido de negro.

Fijo su mirada en aquel hombre en busca de peligro pero  al no haberlo, se calmo sin bajar la guardia aun. El hombre se aproximo hasta la mesita de noche y colocando la charola sobre esta se dirigio a Gregory.

— Al fin despertaste— dijo sonriendo un poco, Gregory sintio saltar su corazón. Después de desmayarse recordaba o mejor dicho sintió como era cargado por aquel hombre misterioso de la chaqueta.

Ahora reconocía al hombre que tenía enfrente, en un principio había quedado encantado por sus ojos no pudiendo reaccionar,pero  la voz que había escuchado por la tarde, era la misma de este hombre.

Gregory reflexiono en silencio sobre lo que ocurrió previamente con la pelea contra el hombre lobo, al parecer alguien se había hecho cargo de los otros dos que se habían escapado, todo apuntaba a que  Gerald se habia hecho cargo, Gerald debia poseer mucha fuerza producto de algun entrenamiento, se conformo con su propia conclusión.

Ahora la pregunta era ¿por qué demonios estaría en un lugar como ese a esa hora?,Gregory decidió Preguntar

—Te agradezco por salvarme— dijo tomando la taza de té que el otro le ofrecía—Gerald, no es que me importe pero…

—Mi trabajo—dijo sin vacilar adivinando lo que diría, con su una mirada aburrida—al parecer tengo un radar para encontrarte—sonrió mientras tomaba asiento frente a él.

Gregory se pregunto si en las dos ocasiones había logrado ver a las criaturas antes de que estas se desvanecieran?, aunque esta ultima vez no estaba tan seguro.

Decidió no preguntar, pues al ser un humano normal, no queria involucrarlo en toda esta locura.

Viendolo sin las gafas oscuras, a las cuales ya se habia acostumbrado, sus ojos casi rojizos eran de una astucia digna de un zorro.Los rasgos de Gerald eran afilados, adornados  por unos labios bonitos no muy carnosos, aquella mirada de un color caramelo casi rayando en carmesi, gritaba peligro pero a la vez habia algo de soledad.Todo aquello coranaba por una mata de cabello negro perfectamente peinada hacia atrás.

Al final Gerald y la persona que lo había salvado eran la misma.

Ahora que lo pensaba se había estado reconfortando con la chaqueta de su cliente mientras le habia mentido que le gustaba el Macchiato, y luego descaradamente se lo había ofrecido y lo peor que se habia reido de esto. Un tono rojizo apareció sobre su cara

— Te dejaré descansando— Ofrecio Gerald, levantándose sin decir una sola palabra más, Gregory creyó que se había enojado.

No habia puesto atencion a donde estaba, observo a su alrededor, no era un lugar lujoso pero aun asi lograba asombrar la recatada elegancia que poseia; paredes blancas inmaculadas adornadas por cuadros de paisajes de fantasia, muebles de color beige con acabados en dorado, lo único que resaltaba eran aquellas sabanas de lino carmesi.

La habitación era simple en su diseño pero era reconfortante, Gregory no sabía si era por las cortinas tenues que dejaban pasar la luz nocturna, pero aquel lugar le generaba cierta escalofrio, se pregunto ¿cuantos días había estado inconsciente?  Imagino que no había pasado un dia,por la noche y a que aun sentía recientes los golpes del hombre lobo.