¡Todo es sobre ella!

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III.
¡todo es sobre ella!.

       Bien, la comida no estuvo mal, pero fue realmente incómoda, siempre que intentaba sacar plática con Ryoga lograba meter de alguna manera a Akane.

¡Dios! ¿Acaso no puede pensar en otra cosa que no sea Akane?. Tuve que pagar la cuenta de todos los platos de ramen que pidió, pero no me importa, si es por él nada importa.

— ¿Hasta aquí termina el recorrido? — se volteó hacia mí

No puedo negarlo, me perdí completamente en sus ojos, sentía como si solo fuéramos él y yo en el universo, Dios, me estoy volviendo un idiota cursi.

— Si quieres podemos seguir caminando — sonreí pícaramente

— Eso suena bien — mi mirada se iluminó — Acompáñame en mi búsqueda de Akane

Mi sonrisa lentamente se borró, él me dio su espalda y mi mirada se oscureció, no puedo creer lo menso que está Ryoga.

De mala manera seguí sus pasos por detrás, no digo nada y él tampoco hace mucho para crear una conversación y eliminar éste silencio abrumador.

Solo me resigno a seguir en silencio, porque aunque no lo diga estoy jodidamente molesto, es como si tuviera una maldición la cual consiste en causarme una gran molestia con solo escuchar o pronunciar el nombre de Akane Tendo.

— ¿Sabes dónde empezar a buscar? — decido alzar la voz

— Estaba pensando en preguntarle a su padre — dice sin mirarme — ¿No la has visto cuando llega a su casa?

— La verdad es que no, nunca estoy despierto o simplemente no pongo atención — digo sin importancia

Aunque mi comentario fue genuinamente inocente él se volteó repentinamente y se acercó con molestia hacia mí.

— Escúchame Ranma, si descubro que ella no está bien juro que cumpliré lo que prometí de quitarte tu masculinidad

Trago en seco al pensar en eso, aunque es una amenaza mi mente insiste en verle el doble sentido a aquella frase.

— Tranquilo cerdito~ ella va a estar bien

'Espero'.

Él me mira con sospecha, luego de unos segundos él me suelta y vuelve a caminar hacia la casa de los Tendo.

Aunque en el fondo también estoy preocupado por ella, a pesar de todo Akane es una buena amiga y puede llegar a ser linda si se lo propone.

Llegamos a la morada Tendo, Ryoga fue el primero en pasar mientras decía un "con permiso". Kasumi salió a recibirnos con una sonrisa.

— Hola Ryoga, hace mucho que no te veía y hola a ti también Ranma — yo asiento la cabeza como saludo

— Hola Kasumi — responde él con una sonrisa

— ¿Qué te trae por aquí Ryoga? ¿Van a entrenar?

— No... Nosotros veníamos a buscar a Akane, hace tiempo que no la veo y me gustaría saber de ella

''¡Maldito idiota, no ha pasado ni una semana!''

— Oh, lo siento Ryoga, pero ella salió desde muy temprano, dijo que iba a buscar a P-chan

Observo como el rostro de Ryoga se palidece, no quiero reír, pero esto es demasiado cómico, casi sacado de una mala película de comedia.

— Gracias Kasumi por ayudarnos — digo con una sonrisa

Arrastro a Ryoga hasta la salida porque se quedó petrificado, al salir de la propiedad espero unos momentos para que vuelva en sí.

— Ella... P-chan... Buscando...

Ruedo los ojos al escuchar sus balbuceos sin sentido, lo agarro de su playera y le doy un corto beso en sus labios.

Él me empuja mientras con su mano tapa su boca, su cara está totalmente roja, lo observo divertido al ver que ya no está pensando en lo que sea que estaba pensando.

— ¡¿Qué crees que haces?!

— Deberías agradecerme, te saqué de ese tonto trance en el que estabas

No dice nada y me mira aún sonrojado, aparta su vista y parece que está meditando algo, entonces vuelve a mirarme.

— Tengo que ser P-chan si queremos que deje de irse

"Solo tú quieres eso".

— Me parece buena idea cerdito

— Si vuelves a llamarme así te golpearé

Sonrío como un bastardo para provocar su ira, él se acerca velozmente hacia mí y lo esquivo para después lanzarlo hacia la fuente de los Tendo, pues estábamos a un lado de aquel pequeño patio.

Salté la pequeña barda que nos dividía y observo a un pequeño cerdito negro saliendo del agua con su mirada fría y hostil.

— ¿Ya vez P-chan? Puedo llegar a ser de ayuda

Los refunfuños y chirridos que salen del cerdito hacen que no pueda contener mi risa. Él se acerca a mí y lo cargo para ir en busca de Akane.



       Hemos estado recorriendo la ciudad por un buen tiempo y sigue sin haber señal de ella, empiezo a preocuparme porque aunque no noe llevemos bien del todo y sea mi "rival" en el romance, es una buena amiga.

Ryoga parece agotado pues se ha dormido en mis brazos, estamos sentados en una banca publica mientras observo el paisaje, todos están haciendo sus cosas rutinarias.

Es como si Dios me escuchara pues a lo lejos logro divisar una cabellera azul rey, sin esperar un segundo más me levanto y corro hacia aquella persona.

Toco su hombro y siento un manotazo en mi mejillas, sí, definitivamente es Akane.

— ¡¿Ranma?! — grita — ¡P-chan!

Ella arrebata a Ryoga de mis manos, por el movimiento brusco él se despierta y empieza a gruñir.

— ¡Te he estado buscando mi adorable P-chan!

Observo la escena con asco mientras sobo mi mejilla, tal vez debí fingir que no la había visto, pero a la vez no quería seguir viendo a Ryoga preocupado por ella.

— Escuché que lo estabas buscando entonces te lo traje — dije sin mucho interés

Ella me mira como si hubiera visto el fin del mundo, luego sonríe mientras sus mejillas se tornan rosadas.

— Gracias Ranma, por preocuparte por mí — hace una leve pausa mientras acaricia a P-chan — Lo siento... Por estar ignorandote

'¿Ella me estaba ignorando?'.

— No te preocupes Akane, mejor regresemos a la casa, tengo hambre

Ella sonríe y asiente con la cabeza mientras me acompaña de regreso a casa, de reojo veo como abraza y besa a Ryoga cerdo.

Mi molestia regresa, es verdad, todo mi malhumor siempre es causado por Akane e indirectamente a causa de Ryoga.

Ambos me hacen mal, uno porque se robó mi corazón y la otra  porque es el interés amoroso del mío.

De una u otra forma siempre es por Akane, todo se trata de ella.

'¡Todo siempre es sobre ella!'.

— ¿Dijiste algo Ranma? — pregunta

— No, solo... Tengo hambre

☆PLACER☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora