Deja Vu ─ Mar Serracanta

006

Íbamos saliendo del Cupra luego del cuarto partido de la jornada, Pio ganó en penaltis y Mar se llevó el mvp.

Mi mujer la mejor.

El partido anterior no pude venir y Mar hizo un berrinche, aparte de que perdieron.

*Flashback*

— ¿Pero por que? — Se queja Mar con un puchero.

— Amor, tengo que trabajar — Le recuerdo — Me comprometí hace tiempo con esto.

— ¿No lo puedes posponer? ¿Si? — Me abraza y empieza a dejar besos por mi cuello, y mejillas.

— Mar — Le digo negando — Sabes que no.

— Pero es importante que vayas, te necesito allí — Esconde su rostro en mi cuello — Por favor.

— Lo siento, la mía vita, pero no — Digo con firmeza.

Está resopla enojada y se separa de mi, dándome la espalda y yéndose a la habitación.

— ¿Enserio te vas a enojar? — La sigo pero cierra la puerta con llave — Esa también es mi habitación.

— Hoy no, duerme en el sofá.

Pego mi frente a la puerta y bufo, es una caprichosa.

*Fin del flashback*

Ese día cuando llegó, no me habló más y se encerró en la habitación, luego me enteré por Julia que habían perdido.

Al día siguiente logré ponerla feliz, tengo técnicas infalibles.

— ¿Que harán? — Dice Julia.

— Ir a dormir — Digo.

— Que aburrido — Dicen Autero y Ona.

— Mejor vámonos de fiesta — Propone Aitana y le miro con una ceja alzada — ¿Que? Debemos divertirnos — Se excusa.

— Muchachas — Saluda Flor, la cuál viene con una niña — Camila, ¿Puedo hablar contigo?

— Claro — Digo algo confundida.

— Serracanta, ¿Puedes? — Dice señalando a la niña y mi novia asiente, tomando la mano de la menor.

Flor y yo nos alejamos un poco de las chicas.

— Quería preguntarte algo — Me dice y siento.

— ¿Que cosa?

— Siempre que nombramos a la presi, siento que te pones tensa y evitas el tema — Me dice y trago saliva — El día de la foto en grupo, de repente te dieron ganas de ir al baño para no salir. También me pareció raro que me pidieras que no dijera quien eras el día que tomaste las fotos en el entrenamiento.

— Oh.

— ¿Solo dirás eso? — Pregunta con una ceja alzada — Aparte, tienen en el mismo apellido, Camila, y muchas similitudes físicas.

Suelto un suspiro — Todo puede ser una coincidencia.

— Pero no lo es, ¿Cierto? — Pregunta y me quedo callada — Mira, Camila, no quiero hacerte sentir mal, pero debo saber las cosas que pasan en mi equipo.

— Samantha es mi hermana mayor, pero tengo cinco años sin saber de ella, desde que me fui de esa casa y llegué a España — Le digo con seriedad — Te estoy teniendo la confianza para decirte esto, Flor, pero mi hermana no puede saber que estoy aqui, ni que salgo con una de sus jugadoras.

— Entiendo — Asiente — Te prometo que esto no saldrá de acá, pero debía saberlo, me preguntaron quien tomo las fotos y dije que un amigo mío, ahora ya se que contestar.