Deja Vu ─ Mar Serracanta

007

Habia pasado un mes desde mi llamada con Felix, ya las chicas iban en la jornada 8 y habían ganado dos de tres partidos desde entonces.

La jornada 5 la perdieron, pero la jornada 6 y 7 la habían arrasado.

Ahora todas estaban ansiosas por la llegada de la presi, sería el primer partido que Rivers presenciaría en vivo y directo.

— ¿Vienes al entrenamiento? — Me pregunta Mar guardando sus cosas en el bolso.

— No, Samantha estará y aún no estoy preparada para verla — Suelto un suspiro rascando mi nuca — Saldré con Felix, necesito terapia de relajación con mi cuñado.

— Como quieras, amor — Dice mi novia soltando una risita — ¿Me puedo llevar el auto?

— Por supuesto, cariño.

Me acerco a su rostro y beso rápidamente sus labios, aunque está toma mi cuello para intensificar el beso.

— Se te hará tarde — Digo soltando una risita sobre sus labios.

— Tienes razón — Hace un tierno puchero, al cual no me resisto de besar — Te amo, mi mexicanita.

— Yo te amo más, mi número 11.

Cuando al fin nos separamos, Mar sale de nuestra casa y yo me dirijo a la habitación para terminar de arreglarme.

Estaba muerta de nervios, tenía años sin ver a Félix.

La ultima vez fue en aquel aeropuerto, dejando mi vida atrás para empezar una nueva.

— Vamos, Camila, tú puedes — Me doy ánimos entre murmuros mientras salgo de la casa luego de despedirme de Galet.

— ¿Ahora hablas sola? — Escucho detrás mío cuando voy caminando por la acera.

Me doy la vuelta con rapidez y sonrió ampliamente. Tenía a mi cuñado en frente de mi luego de años, estaba bastante cambiado, la edad lo habia puesto mas guapo.

— Felix — Casi lo tumbo al suelo ante el repentino abrazo.

— Hola, mocosa — Dice este riéndose mientras corresponde el abrazo — Estás hecha toda una mujer, Cami, me da nostalgia recordar a aquella chiquilla que deje en el aeropuerto.

— No te vayas a poner a llorar, wey, porque si no, yo también lloro — Digo riéndome entre dientes mientras me separo de el.

— ¿A donde iremos? — Dice este soltando una risita.

— ¿Que tal si vamos por un helado? — Propongo — Por acá queda una heladería super cerca, podemos ir caminando y aprovechamos para charlar.

Este acepta mi propuesta y empezamos a caminar por las calles de España, íbamos platicando de nuestra vida estos últimos años.

Le conté todo sobre mi carrera y mi trabajo, también un poco de mi relación con Mar. El me contó que tal fue terminar la universidad y como es ayudar a mi hermana en su mundo digital.

— Y, ¿Cuando la verás? — Me da una rapida mirada.

Suelto un suspiro y desvío la mirada, comiendo de mi helado.

— Se que esto es muy difícil para ti, Cam, pero Samy sueña con volver a verte, o por lo menos saber que estás bien y viva — Me dice Félix y suelto un suspiro — Aunque si no estás preparada aún, no te puedo obligar.

— ¿Crees que mi decisión fue muy precipitada? — Pregunto en un murmuro de repente.

Felix suelta un suspiro, rascando su nuca con nerviosismo.