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(__) había logrado salir de aquel culto después de varios años

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(__) había logrado salir de aquel culto después de varios años. Una sensación extraña recorría toda su piel. Douma siempre mantenía sus habitaciones en penumbra; ningún rayo de luz se filtraba en aquellos recintos, a excepción del tenue resplandor de las velas.

La mujer que caminaba a su lado era una fiel devota de Douma. No sería posible convencerla de ayudarle a escapar. El rubio le había dado instrucciones precisas que ella seguiría fielmente: su tarea era llevarla con el médico y hacer que el producto que llevaba en su vientre fuese interrumpido.

La mujer no protestó ante aquello y solo asintió sin decir más. Su alegría era evidente. Después de todo, sabía que varias jóvenes se encontraban enamoradas de la belleza de aquel hombre, sin percatarse de que esos ojos peculiares, esa belleza angelical y esa personalidad ingenua eran solo una fachada que ocultaba su verdadera naturaleza.

Pudo ver cómo había una aglomeración de gente a su alrededor. Sus manos temblaban por los pensamientos que inundaban su mente. Sabía que intentar algo en esos momentos era extremadamente peligroso, pero anhelaba vivir y ver a su pequeño o pequeña crecer.

Deseaba volver a sentir aquella alegría en su vida, ese sentimiento de ser querida. Extrañaba profundamente a sus padres y hermanos. Suspiró débilmente y decidió intentar algo para cambiar el rumbo de su existencia. Nadie vendría a salvarla ni le ayudaría si no empezaba por sí misma. Golpeó con fuerza el estómago de la joven que la acompañaba usando su codo y corrió con todas sus fuerzas, esperando que aquel golpe le diera ventaja.

Decidió no mirar atrás. No deseaba saber si la mujer la perseguía. Ni siquiera le importó empujar o golpear a otras personas en ese momento. Solo pensaba en su bienestar y en el de su bebé.

Una vez que se sintió a salvo, comenzó a observar su entorno. Era una zona bastante alejada y remota. Solo pudo ver a un hombre parado, con un cuervo en su brazo que parecía hablarle.

Sintió cómo su cuerpo se estremecía al ver aquella ave, símbolo de mal agüero. Pero decidió acercarse al hombre. No tenía nada que perder. No podía seguir corriendo sin parar; aquel esfuerzo físico podía hacerle perder a su bebé.

—Disculpe mi intromisión —se aproximó a aquel hombre mientras hacía una leve reverencia—. Pero, por favor, ayúdeme. Estoy desesperada. Acabo de huir de un culto donde veneran a un hombre que finge ser un ser divino.

Habló con profunda desesperación mientras él le miraba con sorpresa. Sabía que no podía revelar la verdadera naturaleza de Douma a aquel desconocido de cabellos oscuros. Después de todo, había bastantes personas escépticas sobre la existencia de seres sobrenaturales.

El hombre la había conducido a un pequeño restaurante donde podrían conversar con más tranquilidad

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El hombre la había conducido a un pequeño restaurante donde podrían conversar con más tranquilidad. A pesar de su seriedad, había decidido escucharla y dialogar sosegadamente en un lugar donde ella pudiera sentirse más segura y calmada.

—Lamento no haberme presentado como es debido. Mi nombre es Ryu (__) —se disculpó con sinceridad mientras hacía una leve reverencia al joven.

—No te preocupes. Soy Tomioka —le restó importancia a las palabras de la joven para presentarse, solo mencionando su apellido, sin revelar demasiados datos sobre sí mismo.

Podía ver que la joven se mostraba bastante intranquila y nerviosa. Incluso observó que tenía varias heridas en sus manos y rostro.

—Ya que estamos en este lugar, le hablaré sobre el culto donde estaba, como prometí —hizo una leve pausa—. El culto del cual escapé veneraba a los demonios y realizaba sacrificios humanos. Si no huía de allí, iban a utilizarme para ello. Sé que no suena muy creíble, pero es así. Lo juro por el honor de mis padres.

Le relató, entrelazando mentiras con verdades. No podía ser completamente sincera con el hombre. Él la miró con seriedad mientras la examinaba.

—¿Veneraban demonios? —le cuestionó.

—Sí, solían ofrecer mujeres jóvenes —respondió con sinceridad, sabiendo que Douma prefería consumir mujeres jóvenes al considerarlas más deliciosas, según sus propias palabras.

—¿Podrías indicarme dónde se encuentra aquel lugar? —le preguntó con seriedad. Las palabras de la joven habían captado por completo su interés en aquel problema. Si había demonios involucrados, tenía que actuar; era su deber como pilar y cazador de demonios.

—Lo siento, no sé dónde se ubica aquel lugar. Es la primera vez que estoy en esta zona —mintió descaradamente. Temía que Tomioka sufriera un destino terrible por querer ayudar a las jóvenes que se habían involucrado en aquel culto.

Sabía que estaba mal hacer eso y que podría salvar muchas vidas inocentes que habían sido engañadas y habían caído en las garras de aquel demonio. Pero tenía que asegurar primero su propia seguridad y después la de su posible benefactor.

—Está bien, te ayudaré. Debió de haber sido difícil para ti —respondió sin más remedio. No podía abandonar a su suerte a aquella joven, más aún si la estaban buscando en aquel culto. No podía permitir que se salieran con la suya.

 No podía permitir que se salieran con la suya

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Inmundo [Tomioka Giyu x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora