Liam
No pude dormir en toda la noche; las palabras del cantante resonaban una y otra vez en mi cabeza.
—Solo será una relación falsa por unos meses, nada más —dijo con firmeza, dejando en claro que no habría espacio para discusiones.
Hago una pausa para reflexionar internamente. Hace unas horas mi vida era bastante ordinaria como la de cualquier estudiante universitario, pero ahora estoy a punto de decidir si quiero o no tener una relación durante unos meses con Kai. ¿Raro, no? Para mí, lo es y mucho. Este no es mi sueño, es el de Emily, y de algún modo siento que se lo estoy robando.
—Acepto.
Como si estuviera diciendo que sí en una boda, me sentí al decirle un sí a una relación falsa. Pero bueno, es el precio que debo pagar si quiero tomar el camino más corto a la fama. Muchas personas no tienen esta posibilidad y, como bien me dijo Emily, no debo desperdiciarla. Es fácil el plan. Obstáculo: fingir una relación con el cantante que no me gusta, ni su música, ni su pelo, ni su cara de drogado, etc.
—Buenos días, tortolito —me dice Emily al oído, sacudiéndome de lado a lado para que me despierte—. Ya es tarde.
—Cinco minutos más. Estoy cansado.
—¿De qué?
—De ti, de la facultad, de la vida, de todo en general.
Ella suelta una risita, y su risa es contagiosa, pero mi teléfono comienza a vibrar, interrumpiendo el momento. El sonido insistente del teléfono corta mi ensoñación. Alcanzo el dispositivo y veo el nombre de Kai parpadeando en la pantalla. Suspiro profundamente antes de contestar.
—Hola, Kai.
—Buenos días. Espero que estés listo. Tenemos que reunirnos para hablar de los detalles de nuestra relación... ya sabes, para que parezca creíble —dice con tono impaciente.
—Sí, claro. Estoy listo. ¿Dónde nos vemos?
—En mi casa a las diez. No llegues tarde.
Cuelgo y me doy cuenta de que no tengo mucho tiempo para prepararme. Me levanto de la cama de un salto, ignorando las quejas de mi cuerpo cansado, y me apresuro a vestirme. Emily, aún en la habitación, me observa con una mezcla de diversión y preocupación.
—¿Estás seguro de esto? —pregunta, su tono más serio de lo habitual.
—No, no lo estoy, pero siento que no tengo otra opción.
Ella asiente y me da un abrazo rápido antes de empujarme hacia la puerta.
—Buena suerte. Y recuerda, hazlo por ti, no por nadie más.
Llego a la casa de Kai justo a tiempo. Es más grande de lo que esperaba, una muestra evidente de su éxito. Toco el timbre y la puerta se abre casi de inmediato. Kai me recibe con una sonrisa deslumbrante, y su aspecto pulcro y relajado contrasta con mi nerviosismo evidente.
—Pasa. Tenemos mucho de qué hablar.
Nos sentamos en su salón y me pasa una taza de café. Comenzamos a discutir los detalles: cómo nos conocimos, qué nos gusta hacer juntos, nuestros supuestos momentos románticos. Es como escribir un guion para una película, solo que esta vez, somos los protagonistas. La situación es tan surrealista que por momentos siento que estoy en una comedia romántica de bajo presupuesto.
Finalmente, después de horas de planeación, Kai me mira con seriedad.
—Firmaremos algo.
—¿Para? —inquiero confundido—. Si es un cheque, acepto sin dudarlo dos veces.
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El Destino Nos Unió
Любовные романы❝A veces uno ama lo que para otros está prohibido❞. Kai Sinclair, el cantante más codiciado del país besa a un chico en su concierto y quiere tener una relación falsa con él.¿ Qué puede salir mal? Todo. ...