El Destino Nos Unió

04|Antes del Concierto

Kai 🎤

Nunca me gustó seguir las reglas. Siento que el que las creó, las hizo sabiendo que alguien las iba a romper. ¿Por qué no es aburrido hacer lo que otros dicen que hagas?

Todos quieren alcanzar la fama, pero no saben que el costo de obtenerla es tu propia libertad. No es como cambiar de canal; una vez que la obtienes, ya no hay vuelta atrás.

Mientras la estilista me arregla el pelo para el concierto, le mando un mensaje a mis padres con la esperanza de que me respondan. Pero, como es de esperarse, no lo hacen. Seguramente deben estar ocupados. Siempre hay otras cosas más importantes en su empresa que desearle buena suerte a su hijo.

Aunque ya debería acostumbrarme, pasaba la mayoría de las fiestas con mis abuelos en Canadá y recibía una postal de su viaje.

—Mira, mami, les hice un dibujo —digo con una sonrisa, tomando su vestido floreado—. Te lo quiero mostrar.

—Ahora no tengo tiempo, cariño. En un ratito.

Lástima que ese ratito nunca llegaba.

O muy de vez en cuando llegaba y me decía: "Qué lindo" o "Eso no lo hagas".

Fui criado la mayor parte de mi niñez por niñeras, pero a los días renunciaban porque, según ellas, era un maleducado.

—¿Estás cerca de morirte? —inquiero a la niñera.

—Me mira sorprendida.

—No, tengo treinta.

—Pero te están saliendo canas. ¿Y ya tienes nietos?

—No tengo ni pareja. Estoy más sola que un gato.

—Pero no cualquier gato. El mío me tiene a mí.

—Tienes razón.

Y luego agarré unas tijeras del escritorio de madera de mi madre y, mientras ella tomaba una pequeña siesta, le corté el pelo.

Ese día renunció.

—Kai, en diez sales. —Me miro al espejo y pienso, ¿y si hoy beso a un chico?

Hace unos años me di cuenta de que me gustan los chicos. Sin embargo, todos a mi alrededor, desde mi manager hasta representantes, esperan que durante mis veinte no tenga una relación, que sea el Crush de todas mis fans y en un futuro quieren que esté con una supermodelo o una empresaria multimillonaria. Pero mi corazón no entiende de expectativas ajenas; solo busca a alguien que me quiera por lo que soy, no por lo que represento.

Por eso quiero besar a un chico. Arriesgarme, romper las reglas de alguna forma.

«¿Y si le pido que sea mi novio falso por un tiempo?»

No está mal que te gusten los chicos, pero cuando eres el cantante más codiciado del país, parece algo prohibido.

Probablemente, tenga gente que me apoye y otra que no quiera saber nada más de mí. Pero, bueno, se vive una vez en la vida y no merece que la vivan otros por ti, ¿verdad?

Basaré a un chico durante mi concierto y punto.

Total, ¿qué puede salir mal?

En ese momento entra mi asistente, una señora rubia, con sus rizos dorados, ahora más parecidos a un pastel mal hecho, sujeta el secador de pelo y me lo enseña con enojo. Su cabello, antes perfectamente peinado, está ahora cubierto completamente de harina, al igual que gran parte de su rostro, dándole un aspecto fantasmal y, sinceramente, bastante cómico.

Ella se acerca rápidamente, sus ojos lanzando dagas mientras sacude el secador, esparciendo una nube de harina que flota en el aire como si estuviéramos en una panadería en pleno apogeo.

—¡¿Quién demonios puso harina en mi secador?! —exclama, su voz resonando con furia.

Intento contener la risa, me acerco a ella con una expresión de falsa inocencia.

—No sé de qué hablas, Jessica —digo, con una chispa traviesa en mis ojos—. Tal vez solo intentaba ayudarte a experimentar un nuevo look, más... ¿Nevado?

Jessica frunce el ceño, visiblemente enfadada.

—¡Esto no es gracioso! ¡Tengo harina hasta en las pestañas! —protesta, intentando limpiarse el rostro con la mano, pero solo consigue esparcir la harina aún más—. Eres un inmaduro.

Sin poder contenerme más, suelto una carcajada.

—Lo siento, Jessica, pero tienes que admitir que fue un golpe maestro. ¡Nunca lo viste venir!

—Renuncio. Que otra persona soporte tus actos de inmadurez.

Ella da media vuelta y cierra la puerta de un portazo.

¡Fue una pequeña broma! Solo espero que al chico al que bese le agraden mis bromas... y que no salga corriendo al enterarse de que le puse un bigote con marcador permanente mientras dormía a mi última asistente.

—Kai, ya es hora —me avisa mi manager, asomando la cabeza por la puerta.

Tomo una bocanada de aire y me levanto, listo para enfrentar el escenario y lo que venga después. El ruido del público es ensordecedor cuando las luces se apagan y los primeros acordes de mi canción llenan el estadio. La adrenalina me recorre como una descarga eléctrica.

Miro a mi alrededor y ahí está él, un chico pelirrojo con una cabellera llena de rulos. Es lindo, aunque parece que no tiene muchas ganas de estar aquí.

—¡¡Buenas noches Arlington!!

Las luces brillan, la multitud se enloquece. El calor del momento me envuelve y el escenario se convierte en un mundo propio, uno donde las reglas no existen.

Romperé una supuesta regla, tomaré un riesgo, y por primera vez en mucho tiempo, me sentiré verdaderamente libre.

Mientras las luces se apagan y el ruido del público llena el estadio, una pregunta me quema por dentro:

¿Será este beso el inicio de mi verdadera libertad o el comienzo del fin de mi carrera?

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¡¡Hello Nocturnos!!

Como bien les dije Kai tendrá sus propias canciones y la que están escuchando es una. Se llama "Love Against the Odds" y habla sobre amar a alguien del mismo género y como la mayoría lo ve como un error .🎶🎤

A su vez, pertenece a este álbum que representa estar atado a algo ,en este caso a una tormenta.