By Bill
– Si que eres un niñato mimoso.– sonreí ante lo dicho por Tom.
Ambos nos encontrábamos tirados en el sofá de mi casa, sin camiseta, sin blusa ni pantalón, solo en ropas íntimas. Yo encima de Tom, con mi rostro en su pecho, mirándole a los ojos, y él dando caricias a mi espalda descubierta. No habías tenía sexo, sino que decidimos vernos, sentirnos...
Sus ojos, no sabia como describirlo, estar mirándolos era una de otras de mi terapia, estar con él, hablando, contando gilipolleces tras gilipolleces. Deslizar mi mano por su pecho, enredando mis dedos en sus rastas enredadas.–¿Iremos a la fiesta? Te dije que Gustav me había invitado a la fiesta de Hanna. Hace mucho tiempo que no voy a una...– deslicé la yema de mi dedo en su duro pecho, con mis ojos dando vueltas y vueltas.
– Hacia tiempo que yo tampoco iba a una.
—¿Enserió? Creí que tu banda iba a pubs todos los días, ya sabes, las chicas, los tragos...– alzó uno ceja. Me reí al ver su cara de niño idiotado.
– Aparte de las tías tetonas y la droga.– añadió.– también tenemos lo que es la parte económica y estable de nuestra banda. Nunca ponemos de primera a las prostitutas de las fiestas.– sus manos bajando hasta mi trasero, dando pequeños apretones.
–¿Entonces casi no vas a fiestas?– pase mis brazos por su cabeza. Bese sus labios en un casto beso.
– Digamos que no, prefiero conservar mi reinado.– sonrió de lado. Tire de mi cabeza atrás y frunci el ceño.
–¿Conservar tu reinado?
– No puedo hacer faltas, si lo hago, pierdo todo, y si lo pierdo todo me quedo sin nada. Prácticamente, si abuso de mi poder lo pierdo, si violo o traicionó a mi propia banda lo pierdo.
– Eso es muy aburrido. ¿Al menos puedes hacer fiestas?
– Claro, aunque casi nunca se hace, no tenemos tiempo y la falta de coordinación es otro motivo.– mordí mi labio inferior. Asentí y recosté mi cabeza en su pecho, escuchando sus latidos muy latentes. Era tan cómodo estar en esa posición, tener los brazos de Tom enredandome entre su cuerpo desnudo y caluroso, era lo mejor que podía experimentar.
– Oye,– llamé.
–¿Si?
–¿Celebras navidad?– pregunte curioso. Era una de las preguntas más grandes que tenía, además que ya casi caía diciembre, me preguntaba si Tom le apetecía celebrarlo conmigo.
–¿Por qué la pregunta?
– No sé, quería saber si te gustaría celebrarlo a mi lado...– jugue con mis uñas. Ya estaban como nuevas pero la costumbre de masticarmelas y dañarlas se me había quedado.
– Pues no, ese día nuestra banda si se da el lujo de salir a las fiestas más cotizadas de la ciudad, claro, gastando nuestro dinero.– lamio su pircing.
–¿No tienes cena de navidad, ni regalos?
–¿Regalos? Yo no necesito de regalos.– llevó sus manos hasta mis mejillas, acariciandolas como nunca antes.
–¿Que clase de chico eres? ¿Como no te gustan los regalos en la navidad? Es lo mejor de él día.– berré.
Solto un suspiro muy largo, antes de darme una sonrisa.
– El regalo más importante de mi vida ya lo tengo, y llego antes de la navidad.
Mi barbilla tembló cuando sus ojos marrones quedaron pegados a los míos. Sabía a lo que se refería...
Reprimi mis lágrimas, sin llorar. Nunca había pensando escuchar esas palabras de Tom, en un momento Tom rudo ya no existía, al menos conmigo. ¿Era especial para él?
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Criminal enamorado | Toll | (by anatwinces)
Romance¿Un criminal enamorado? Siempre se dice que los maleados y delincuentes no tienen sentimientos, no saben experimentar los placeres del amor. Las drogas y los tragos son parte fundamental de su vida. Pero no siempre es así. Tom Trümper,es una crimina...