Criminal enamorado | Toll | (by anatwinces)

cap 15

By Bill

Esa noche. ¿Recuerdas esa noche, Tom? Dónde fue nuestro primer acto de hacer el "Amor"

Por qué si. Fue eso. Nosotros no habíamos follado, nosotros habíamos hecho el amor... el brillo  de nuestros ojos, resplandeciente a la fría y oscura noche.
Tus besos tan delicados y significativos.
Ahora se que nadie era más importante para mi que tu.

Las terapias que tome fueron de mucha ayuda, para liberar el dolor que tenia guardado desde hace seis años. Fueron de mucha ayuda para los dos, ambos liberamos recuerdos y dolores que nos atormentaban. Tom contó tantos recuerdos de su infancia que hacían a mi corazón encogerse y permitirse romperse en pedazos. Pensé que yo era especial, pero me di cuenta que no, Tom era el primero en todo.
El también había sufrido, y podría decir que más que yo...

Esos momentos pasados que tanto dolian, habían saludó a la luz en nuestras terapias.

–¿Nunca ah llevado un psicólogo para esto?– el doctor se cruzo de brazos, con la mirada aterrorizada al haber escuchado sobre mi violacion...

– No...– admiti.– Nunca lo lleve...– finalmente, me volví a derrumbar. Yo tuve la oportunidad de haberlo llevado, pero mi petición y rogaciones eran rechazas por mi madre.

–¡Ni lo pienses!– grito alterada.– No pienso pagarte una estúpido psicólogo.

– Pero...

–¡Dije que no!– fui interrumpido por ella.

Tan solo pedía ayuda de alguien, para poder llevar conmigo el dolor que podía sanar.

– Te pedí que olvidarás todo.– temble. Mis ojos no paraban de llorar, y mi cuerpo se balanzabea de ateas a delante, casi para caerse.

–¿Como me pides que olvide que fui violado por tantos hombres durante un año?– hablé con tanto coraje. Apreté mis puños.–¡No me pidas algo que no puedo hacer!

Mi madre fue acercándose a paso lentos hacía mí.–¿Perdón?– dijo en un tono inaudible.

–¡No puedo olvidar que fui abusado por tantos cerdos! ¡Y tu lo permitiste! Eres...– estalle dentro de mi, cuando la mano de mi madre espanto en mi mejilla. Cai al suelo con más lágrimas...

No era la primera vez que lo hacía. Pero me dolía que la culpa siempre la tenía yo...

Intente olvidadorlo, juro que intente olvidarlo, de alguna manera u otra. Y nunca lo pude hacer, no hasta que Tom llegó aquella noche a mi vida.

– Bill.– llamo el doctor. Mi mano estaba apretada a la de Tom, sin intención de soltarlo.– Todo lo que me estas contando es demasiado fuerte. Yo he tratado este tipo de casos, pero lo tuyo es demasiado...

– Lo sé...– limpie la lagrima negra que resbalaba por mi mejilla. Sentía la mano de Tom, acariciar mi cabello entre sus dedos. Le miré, él traía una sonrisa. Esa hermosa sonrisa que me decía que todo estaría bien.

– Lo mejor sería que vinieras todos los días, esto es algo que debe ser tratado. Aunque ya sea tarde...– asentí con la cabeza.–¿Nadie lo sabe?

– No.– mordí mi uña. Me sentía tan nervioso, el psicólogo no sabía que mi madre fue la autora de esa tortura.– Solo mi novio...– volví la mirada a Tom, volvió a sonreír.

– Tom, veo que eres alguien muy especial para Bill. Asi que, serias de mucha ayuda para él.

– Siempre estaré a su lado.– mordió su labio. Sonreí por lo bajo.