La sombra del héroe.

Capitulo 5 Un destello

Logramos fácilmente salir de las ruinas y alejarnos lo más posible pero, varias tropas y patrullas de Antares buscaban a los sobrevivientes, no sabían quiénes eramos así que atacaban a la mínima.provocacuon a cualquier inocente, pudimos pasará desapercibidos, hasta llegar a los límites de las ruinas de Citrem la vieja ciudad comerciante de Riguel entre las ruinas pudimos, descansar un poco, eran días de ser perseguidos, e interesados fue gracias al ingenio de Ana que pudimos salir sin pelear, pero pronto esa suerte se acabaría, nuncan espere que todo lo que soy me estuviera gritando que los abandone, tanto a Ana como a el pero no podia, esa maldita promesa que hice, no me dejaba descansar cada vez que pasaba algo trataba de cuidarlos, no se en que momento deje de pensar en destruir todo lo que el cuido y ahora lo protejo no, entiendo como es tal su influencia que me cambio en este tiempo en el que estuve, encarcelado en su castillo, en que momento cambie tanto olvide mis ideales y el odio que le tenia por el, mi ser sigue luchando pero se que perdi ante el hace mucho el no solo me vencio en combate tambien me hizo cambiar y aun llevo guardadas sus ultimas palabras en mi, y poco a poco, fui olvidando las palabas de ookami, por que, no entiendo que hizo en mi solo, platicamos, no cabe duda que el siempre sera el heroe de leyenda.

Mientras estaba perdido en mis pensamientos, algo me desperto alguien se acercaba y eran varios, me levante lo mas silencioso y me acerque a Ana y la desperte tapandole la boca.

-guarda silencio se acercan variso creo son soladados despiertalo y preparence estan muy cerca no creo que podamos escapara esta vez sin pelear, preparence tratare de crearles una salida y esa sera su portunidad de escapar yo sere la carnada.

-Andred no nos separaria, si va a ser la ultima batalla debemos luchar hasta el final.

-el problema es que Andred esta muerto y yo nunca sere el, asi que preparate y sigue el plan aun estoy muy devil y sigo sin poder usar mi oscuridad, y mi uso de la espada no es tan distra asi que solo hazlo.

Fue cuando varias flecas empezaron a caer serca de nosotrso, logre desviar varias pero una impacto en mi hombro, avente a Ana hacia Riguel, el cual desperto, levanto su escudo protegiando a Ana de las flechas, en ese instante tres asesinos nifetari hicieron presencia, delante de nosotros, dos de ellso portaban dagas largas de acero oscuro y el tercero una alabarda del mismo material.

- que no se supone que el acero oscuro , se limita portarlo los demonios y traidores.

- crees que tus palabras te salvaran señor oscuro Fenril, sabemso bienq ue aun no recupera su poder y ustedes son los ultimos sobreviviente, el hero Andred lucho bien acabo con casi todos nosotros, los qu evez somos los que sobrevivimos y por fin cumpliremos nuestra tarea.

simples asesinos es lo que son, creen que podran contra mi elseñor oscuro, mas aparte simples sirvientes de la iglecia del interior, son mas que escoria.

- vanas palabras para un cabaver.

En ese instante los dos con dagas se labzaron al combate, sus ataques eran muy rapidos pero, pude bloquear facilmente sus ataques con su espada seguia sin entender por que me permitia usaral, se supone que esta espada solo sirve al heroe y aunque fuera una orden de su amo ella deberia rechasarme, soy un ser de oscuridad y ella fue forjada con un cristal de la corona de luz pero este no era el momento de pensar el combate se complicaba en un instante el de la alabarda se arrojo a mi logro cortar parte de mi pomulo y eso que esquive el golpe, pero poco a poco me estaban superando y mi oscuridad no respondia, fue cuando el segundo logro imparatr en mi pierna enterando su daga estab siendo superado, nunca fue mi fuerte, el luchar con las espadas, siempre dependi de mi oscuridad, logre ver de reojo como Riguel conjuro un escudo de luz para proteger a Ana pero un cuarto asesino aparecio con mandoble rompiendo la conjuracion, logre impactar con un rodillaso a mi atacante y corri a su posicion, logre enterrar mi espada en el y vi como se convirtio en ceniza, pero resivi, dos flechas mas en mi espalda.