Lección 3: perdedor

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Sasuke observaba la espalda de Sakura mientras ella se ataba el cabello, era lo único que podía ver de ella en el salón. Como odiaba eso, deseaba poder estar en otra posición, pero al menos así no se delataba. Además de que su aroma llegaba como pequeñas oleadas hasta él. Faltaban 2 días y podría tenerla nuevamente, ya se estaba inquietando era como si necesitara hablar con ella o algún tipo de contacto fuera de ese miércoles especial.

La campana sonó y todos corrieron del salón, excepto los que siempre se quedan atrás ordenando u organizando algo. Sasuke prefería quedarse leyendo algún libro o algo, mientras su grupo corria hacia los pasillos jugando. Alzó la vista con asombro al notar que Sakura se demoraba más de lo habitual en ordenar sus libros:

—Sakura, vamos al baño—gritó Ino saliendo con Hinata.

—Sí, las alcanzo en un momento— respondió Sakura guardando sus lápices.

Sasuke se recostó sobre el respaldo de su silla, observando seductoramente a la chica, no había nadie cerca:

—Demasiado lenta, "señorita sensible"— bromeó en silencio. Sakura le miró ruborizada y algo molesta—No hay nadie cerca—agregó.

—No me llames así...

—¿qué? Es la verdad siempre te vas muy rápido.

—shhh...estás rompiendo una regla— insitió Sakura sosteniendo sus libros para irse, sin embargo, Sasuke la detuvó bruscamente de la muñeca.

—Sí, pero recuerda la regla n° 4 "harás todo lo que diga"— sentenció con ojos profundos.

Sakura apenada se detuvó frente a él:

—De todos modos, necesitaba hablar contigo, no podré ir este miércoles—Sasuke frunció el ceño —Tendré visitas en casa—confesó con una mirada demasiado dulce.

Sasuke estaba sulfurado, ya no soportaba más por estar con ella y ahora le daba esta irritante noticia.

—¿Quién es? Mira nada más tu cara...¿es acaso tu sempai?.

Sakura se sonrojo y acarició sus codos esquivando la mirada.

—Sí, se quedará una temporada en mi casa por su nuevo trabajo, al menos hasta que encuentre un departamento— murmuró apenada, Sasuke podía sentir la emoción y nervios de la chica. Se sintió tan irritado que se pusó de pie de golpe apretándole el antebrazo, se acercó tanto a ella que casi podía rosar sus labios contra los suyos.

—¿crees que estoy a tus tiempos? ¡Recuerda que tu profesor soy yo! ¿es que acaso ya quieres ofrecerte así tan rápido? — le enfrento susurrándole.

—¡Sueltame! ¡claro que no! Apenas si puedo formar una frase delante de él— respondió Sakura mirando a su alrededor.

El chico la jaló haciéndola tastabillar, Sasuke miró para todas partes y abrió el gran closet de abrigos del salón y la empujo allí, la chica confundida abrió los ojos cuando se encontró con el contra ella en la oscuridad del armario y la luz que se filtraba entre las rendijas:

—¡¿qué haces?!— exclamó Sakura en voz baja.

—Nadie vendrá hasta en 15 min, vamos tendrás que tener una lección expres si no estarás el miércoles.

—no, no puedo aquí, ¡detente!—

Sasuke sonría mientras presionaba su palmeado miembro contra las caderas de Sakura, se acercó a ella juguetonamente y mordió con suavidad el labio inferior de la chica. Ella lo empujaba, pero el insistía, escabullo su mano bajo la blusa y comenzó a acariciar su pecho, besando su cuello. ¡al fin! el delirante sabor de su piel, el aroma, la suavidad de sus pechos.

Susurros SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora