STELLA [Theodore Nott]

Capitulo 1

Año 1996
Sexto año

 STELLA EVERLEIGH

La sala tenía un ambiente grande y frío. Tal vez demasiado. Las paredes estaban adornadas con tapices de magos y brujas de la antigüedad. Contaba con unos sillones abotonados y con sofás de cuero de color negro.
Todo estaba iluminado con luz tenue, verdosa. Las cortinas de las ventanas estaban cerradas. Corría el rumor de que el año pasado un estudiante de tercer año abrió las cortinas y para su mala suerte se encontró cara a cara con el calamar gigante, desde ese entonces el chico no volvió a pisar la sala común.

Mientras paseaba por la sala, miraba cada objeto como si estuviera en un tour por un museo. Observé, con mayor determinación, la campana de la chimenea que estaba adornada con un emblema de una extraña serpiente que...

—Señorita Everleigh.

La mención de mi apellido llamó mi atención, en ese momento giré la mitad de mi cuerpo hacia el profesor Snape que se encontraba de pie mostrando con firmeza su ceño fruncido.

—¿Sí?

—Su compañera de cuarto la está esperando.

—L-lo siento... Ya voy.

Sujeté mi mochila pequeña y caminé en dirección a mi compañera de cuarto quien estaba al lado del profesor. La chica tenía cabello negro en un corte que le llegaba hasta los hombros, de ojos verdes, con una cara fina y perfilada. En verdad era muy hermosa. Llevaba puesto una falda negra que le llegaba hasta las rodillas y una blusa blanca un poco transparente.

Al salir de la sala, volteamos a la izquierda para caminar por un largo y oscuro pasillo. Me quedé mirando su espalda mientras yo la seguía en silencio. La chica se detuvo enfrente de una puerta que supuse que sería nuestra habitación, sacó unas llaves de su bolsillo y abrió la puerta inmediatamente. Ella entró sin decir nada y yo la seguí.

La habitación era muy sencilla y elegante. Las paredes y suelos eran de piedra. Había dos camas individuales con dosel, estaban cubiertas de sábanas verdes con una mesa de noche junto a ellas. No había ventanas pero sí tragaluces.

Cuando me senté en una de las camas, esta crujió por mi peso, haciendo que pusiera mala cara y me levantará rápidamente.

La chica soltó una risa al ver mi reacción.

—Oye, espero que no te importe que haya escogido este lado—le dije

—No te preocupes, creo que la mía no sonará tanto como la tuya—bromeó—Soy Pansy, por cierto—Ella extendió su mano hacía mi.

—Stella—le di la mano.

—Nunca te había visto antes, eres nueva¿Cierto?—preguntó, mirándome.

—Sí, acaban de transferirme de otra escuela—respondí mientras colocaba mi maleta sobre la cama.

—¿De cuál?

—De Ilvermorny

—¡¿Ilvermorny?!—preguntó sorprendida—Es la mejor escuela de magos de todo el mundo ¿Por qué dejar una gran escuela y venir aquí?

—Es una larga historia, pero te lo resumiré en unas simples palabras: "Trabajo de papá"

—Oh... Entiendo—pareció no saber qué decir—Bueno, Hogwarts no es tan malo, igual te terminará gustando.

—Eso espero—sonreí—o los próximos 2 años se me van a hacer muy aburridos.

—Créeme que no estarás aburrida—suspiró y se dejó caer en su cama.

—¿Por qué?

—Hogwarts tiene una gran variedad de actividades durante todo el año, desde tareas, partidos de Quiddich, bailes, viajes de estudios, campamento y un montón de actividades más que te mantendrán muy ocupada—me explicó.