STELLA [Theodore Nott]

Capítulo 3

THEODORE NOTT

—¿Vistes cómo Theodore se había quedado quieto como un poste de luz?—Blaise sonrió con diversión, diriéngose a Draco.

—Nunca pensé que alguien tuviera el coraje de hacerle eso al poderoso e intocable Theodore—Draco intentó contener una sonrisa, claramente divertido por lo que había sucedido.

—No se atrevan a burlarse,este no es un buen momento para que ninguno de ustedes dos se ría—confesé, tratando de comprimir mi enfado—Fue humillante y vergonzoso, y ustedes dos simplemente se quedaron allí riéndose de mí.

—¡No puedes culpar a la chica, tú te excediste con tu dichozo precio! —Blaise dijo con sorna.

—¿Qué?,Era lo mínimo que ella podía hacer—le solté con una nota de reclamo—¿Acaso querías que acepté una simple disculpa?

—Ya olvídalo, Theodore—Draco se apoyó en el respaldo del sofá con una sonrisa arrogante en la cara—Ha sido una broma divertida y merecida, si me preguntas personalmente.

—Sí, además, no fue tan gran grave, solo te arrojó un poco de helado—agregó Blaise restándole importancia.

—¿No fue tan grave? ¿En serio?,No fue tan grave que esa chica me humillara frente a toda la escuela y que su amiga hueca me manchara los zapatos—Lancé una mirada fulminante a Draco antes de volver a Blaise—Para ustedes es fácil decirlo, no son ustedes los que se quedaron allí parados con helado en todo el cabello y la cara.

—Relájate, solo estamos bromeando—Draco levantó las manos en gesto de rendición—No te lo tomes tan en serio.

—Exacto, no es como si te hubieras visto tan humillado—Blaise se quedó pensando—Aunque en realidad toda la escuela lo vio, pero no importa osea...no es para tanto.

—No ayudas, Blaise. Y sí que importa, fue muy humillante que me lanzará helado—me froté la frente, aun con restos de crema de helado.

—¿Y qué piensas hacer?—Blaise se removió en el sillón.

—¿Qué crees que voy a hacer?,Lo de siempre. Voy a vengarme de esa chica, por supuesto. Nadie se burla de mí y  sale impune—respondí con obviedad.

—¿Qué quieres decir con lo de siempre? ¿Harás un hechizo que le dé acné?—preguntó Blaise, incrédulo.

—Algo así, pero esta vez, será más que solo una broma pesada o algún hechizo pequeño. Vamos a ver cuánto tiempo le lleva antes de que se rinda y venga llorando a mis brazos para que la perdone—sonreí al imaginar lo humillada que esa chica se sentiría—Puedo hacer que sus libros se vuelvan invisibles, transformar su cena en lombrices vivas o quizá convertir su pelo en un color ridículo. Hay muchas opciones.

—Como olvidar el día que cambiamos el shampoo de Draco por tinte de cabello rojo ¿Lo recuerdan?—Blaise sonrió recordando ese momento.

—¡Claro que me acuerdo! Draco se veía tan ridículo con ese pelo rojo, prácticamente parecía un Weasley—solté una carcajada—Deberíamos hacer algo similar con esa chica. Algo que la haga sentirse tan humillada que quiera esconderse bajo una piedra y nunca volver a salir. Estoy seguro de que entre los tres, podemos tener algunas ideas ingeniosas.

Se hizo un silencio en la habitación.

Draco y Blaise intercambiaron miradas.

—Theodore, lo siento, pero yo no te ayudaré en esto—comentó Draco un poco serio.

—¿Qué? ¿Por qué?—pregunté, confundido.

—Sabes que siempre te apoyamos en todo, pero nosotros nunca hemos molestado a una chica, me parece que estás llegando un poco lejos—respondió Draco.