Distrito Rojo.

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El asesinato es lo único que elimina al individuo que perjudica, de modo que la sociedad debe tomar el lugar de la víctima, y en su nombre exigir la expiación o el perdón.
-W. H. Auden.

—¿Qué tenemos, Bachira?

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—¿Qué tenemos, Bachira?

—¿Tengo permiso de dar mi fabulosa opinión respecto a este caso?

—Siempre queremos escuchar tu fabulosa opinión, corazón. —Kurona le responde con una sonrisa, levantando la carpeta entre sus manos, el de ojos amarillos sonríe, mientras que el resto del equipo se ríe en voz alta.

—Ya basta, hablando seriamente, creo que tenemos en nuestra mesa el peor caso de este año.

—¿Peor que el asesino de Minato? —preguntó Hiori, inclinando la cabeza, haciendo referencia al caso de un asesino de familias.

—Puedes juzgarlo tu mismo. —Bachira aprieta un botón del pequeño control que tiene entre sus manos, en la pantalla a su espalda, aparecen una serie de imágenes que logran entonces generar pequeñas muecas en los rostros de los agentes. —En los últimos tres meses en fechas discordantes han aparecido los cuerpos de dos hombres de alrededor de cuarenta años en distintas bodegas de Isezakicho.

—¿Las heridas fueron...?

—La heridas en su gran mayoría fueron antemorten, el ignoto los hizo sufrir considerablemente hasta que no pudieron resistir más.

—¿A qué te refieres? ¿Cuales fueron las causas de muerte? —Isagi habla con curiosidad, mirando con atención la pantalla detrás de su amigo.

—¿Y de cuantos cuerpos estamos hablando? —Karasu también se dispone a hablar por primera vez desde que están en la sala.

—La primera víctima, Isao Matsukada de 41 años, su cuerpo presentó múltiples golpes en las muñecas y tobillos causados por un objeto contundente, el forense sugiere una clase de martillo grande o mazo. —Meguru inició con la respuesta, pasando las imágenes tras él con su control remoto. —Recibió puñaladas en su pecho con alguna especie de cuchillo serrado. Una de estas heridas alcanzó una vena, falleció a causa de una hemorragia.

—Si el ignoto quería que ese hombre sufriera, sin duda lo logró. —comentó Kurona, leyendo el expediente en sus manos. —Le arrancó solo las uñas de los dedos meñiques y aunque lo cortó múltiples veces, evitó amputarselo. Hiori-kun, ¿Habías visto algo así?

—Es algo extremadamente específico y no me recuerda a ningún simbolismo o algo que haya visto antes.

—Debe tener algún significado para el ignoto y de ser así, podría llegar a ser su firma. —comentó Nikko.

—Buena observación, cerebrito. Porque este mismo detalle se repite y fue una de las razones que adjudicaron la segunda víctima al mismo ignoto. Jiro Yoshida, 45 años, mismas lesiones en muñecas y tobillos, al igual que la uña arrancada junto a los cortes en los meñiques pero en este caso, las puñaladas fueron solo en el abdomen, una docena menos que en la víctima anterior. —explica Bachira, cambiando las imágenes de la pantalla con su control, haciendo una mueca antes de continuar: —Y esto no es algo bueno porque el asesino fue mucho más sanguinario y retorcido en esta ocasión ya que esta víctima fue emasculada. De forma tosca, descuidada y sí, mientras aún se encontraba con vida. Murió de un fallo cardíaco, aunque de cualquier forma no habría tardado mucho en morir como la primera víctima.

Distrito Rojo | RinSagi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora