Capitulo 7.

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La verdades son fáciles de entender cuando se las descubre, la cuestión es descubrirlas.
—Galileo Galilei

Hiori estacionó la camioneta, acercándose con pasos calmados en dirección al oficial que lo esperaba recostado contra la pared del edificio

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Hiori estacionó la camioneta, acercándose con pasos calmados en dirección al oficial que lo esperaba recostado contra la pared del edificio.

Dió un vistazo a los alrededores, notando que se trataba de un vecindario bastante bueno, no era un lugar de lujo pero tomando en cuenta que se trataba del hogar de un tatuador del distrito rojo, pues realmente se esperaba algo mucho más pequeño en una ubicación más barata o algo por el estilo. Este sitio no concordaba con el bajo poder adquisitivo que Rin presumía tener.

—Buenas tardes. —dice al llegar hasta el oficial, dando una ligera inclinación de respeto. —Hiori Yō, agente especial de la Sección de Investigación Criminal. Un gusto.

—Otoya Eita, oficial de policía. El gusto es mío de trabajar con agentes de alto perfil. —responde con un tono feliz aunque su rostro no lo expresa. —Estuve esperándolo, no he entrado ni siquiera a preguntar por el encargado del edificio. Usted manda.

—De acuerdo, será entonces eso lo primero que haremos.

Ambos caminan hasta el interior del edificio, no hay nadie en recepción pero ven pasar a un conserje que los lleva hasta la oficina de una mujer algo mayor con el cabello castaño pulcramente recogido en un moño tenso. Se presentan mostrando sus placas y la mujer parece honestamente sorprendida cuando le piden abrir la puerta del departamento de Rin.

—¿Qué pudo haber hecho? Ah, ese muchacho es demasiado serio y tenso, pero no es malo. Me ha ayudado un par de veces cuando la puerta de mi oficina se queda atascada. —comenta ella con cierta preocupación.

—Fue acusado de una serie de asesinatos.

Hiori no es lo suficientemente veloz para hacerlo callar, puede oir como la señora chilla aterrada dejando caer las llaves de la impresión mientras se sujeta el pecho. El agente la sostiene por la espalda, abanicando su rostro con la mano, dedicándole una mala mirada al oficial quien inclina la cabeza algo apenado mientras recoge las llaves.

—¡Dios mío! ¡No es posible! ¡Rin no sería capaz!

—Respire, Inaba-san. Fue solo una acusación. Hasta ahora no hay alguna prueba física que lo involucre en esto. —dice Yō, tal vez quitándole más peso del que debería a la situación, pero asustarla claramente no los ayudaría en nada.

—¡Y no la habrá! Sé que Rin puede tener el aspecto y la actitud de un delincuente pero en todos los años que lleva viviendo aquí ¡Jamás ha hecho absolutamente nada malo! Él es incluso más caballeroso que cualquier otro hombre de este edificio. —comenta la castaña, tomando la llave que le ofreció Otoya mientras seguía su camino. —Claro, eso sin contar a su hermano.

—Por esa misma razón venimos a investigar un poco más a fondo. Así llegaremos rápidamente a la verdad y si esa es la inocencia de Itoshi, podrá volver pronto para no preocupar a su hermano. —El agente acentúa ligeramente la última palabra, dándole un tono diferente al resto de la oración con toda la intención de que Inaba hable un poco más acerca de este hermano, porque mierda, el último mensaje de Bachira decía claramente que el hermano de Rin estaba tras las rejas.

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⏰ Última actualización: Sep 25 ⏰

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