11:48 AM
Baréin.
Domingo, 5 de marzo.
Llegue al paddock con mi madre, habían poquitos paparazzis.
Fuimos a desayunar a un lugar de ahi mismo del paddock, estaba tranquilo y según george llegaba en unos minutos.
A lo lejos mire a sainz llegando junto a su primo y una chica, era una modelo de victoria secret, hermosísima la chica.
Carlos y yo hicimos contacto visual por unos segundos hasta que mi madre hablo.
—Hija, ¿puedes ir por un jugo y un pan porfis? —asentí y me pare—
Pedí las cosas y me puse a ver mi teléfono esperando.
—Hola Gloria.
—Hola Carlos—lo mire, tenía una sonrisa encantadora—
—¿Lista para el gran premio?
—Si, estoy un poco nerviosa
—Claro, yo estaba igual que tu en mi primer Gran premio—Hubo un silencio, nada incomodo era agradable—ella es una amiga mía, la invite porque decía que tenía muchísimas ganas de venir a un gran premio y yo con gusto le dije que si y—cada vez hablaba más rapido como si estuviera nervioso—
—Carlos, no es necesario una explicación
—Aqui tiene señorita
—¡Gracias!, nos vemos sainz
—Adiós Pérez
Llegue con mi madre quien me miro con una sonrisa
—El mejor amigo de tío checo te tira los perros—dijo burlándose y yo rei—
—Mami, nunca voy a andar con el mejor amigo de mi tío y menos con alguien que me dobla en edad—le di su jugo y su pan—
—No te creo mi amor, pero cállate que ahí viene tu tío
—Hola hermana, Hola Gloris—nos saludo de beso en la mejilla—
—Hola checo
—Hola tío, ¿ya desayunaste?
—No, casi no desayuno antes de las carreras—mi madre y yo lo miramos— claro que no gloris sabes muy bien que yo no puedo vivir sin mi desayuno, pídemelo gloris
—Para que le decía—me pare y fui de nuevo a pedir—
—Hola gloria, ¿como estás?
—Super bien, ¿y tu piastri?
—excelente o mejor, me fue super bien en las practicas de ayer y tengo muchísima fe en que daré unos buenos resultados
—Yo confío en ti oscar, eres muy buen piloto
—Tu igual Gloria, una clasificación no define a un piloto, se que tendrás un buen puesto.
—Estoy segurisima de ello, daré todo para quedar en pole, hola Max
—Hola Gloria
—¿Como estas?
—Em, bien ¿y tu?
—siendo sincera, estoy nerviosa—El señor me hablo, "¿revueltos?"— No, estrellados.
—Es para checo, ¿verdad?
—Si, no le
—No le gustan los revueltos
