—Me siento extraño ¿Estoy muerto? No lo sé, pero veo una luz...
El alemán abría lentamente sus cansados párpados, miró a su alrededor, el mismo lugar en el que tuvo ese "sueño" que provocó hasta no recordar que día es, su loción del tiempo estaba por los aires, le dio una sensación de que han pasado años lo inquietó un poco, estaba solo en ese inmenso bosque lo importante ahora es como salir de ahí.
—Se podría decir que estoy vivo y creo que sano, 1939 a 1945 cayó en el abismo, ya es tarde para arrepentirse... no importa que haga, nada a cambiar, pero aún así tengo que salir de aquí.
Su ropa manchada pero no con ese líquido rojizo, si no que era barro e incluso desgastada pero no en exceso, aún conserva sus insignias y se las fue quitando de una en una, algunas de ellas tenían ciertas partes de óxido.
Se puso en camino en dirección contraria a la que se despertó, caminó una media hora y le dio un poco de hambre, encontrar algún pueblo, ciudad, cabaña, se conforma, además de encontrar algo de comer.
Para su suerte llegó a una ciudad demasiado moderna a su parecer, altos edificios con muchas ventanas, uno destacaba; no era moderno pero estaba muy bien cuidado, en la parte superior de la entrada tenía tallado "Organización de las Naciones Unidas", desconocía su significado, no obstante entró de igual forma.
Al caminar por un extenso pasillo, vio un panel con información, tenía las ubicaciones y propósitos de todas las salas del establecimiento, una estaba destacada y era la más grande, era el Salón de Juntas de Países. No lo pensó dos veces fue para allá.
Al llegar las puertas estaban cerradas pero escuchaba claramente una voz gritar: "¡Ya silencio! ¡USA y Rusia dejen de pelear! ¡Argentina y México para ustedes lo mismo!"
Para Third era claro que si entraba no iba a pasar nada bueno para el, cambio de opinión al instante cuando escuchó que alguien gritó: "¡Alemania ayudame!", tomó las manillas de ambas puertas y de un tirón abrió la entrada que se supone que estaba con seguro.
Entró con postura firme y una mirada fria hizo un silencio los primeros 5 segundos y un pánico y caos en los siguientes.
—¡AHHHHHH! —exclamó Polonia e Israel al ver Third parado en la entrada y se desmayó.
—¡VATER! ¿¡ERES TÚ!? —Alemania fue lo más rápido posible hacia su padre y él lo espera a brazos abiertos. Se intercambiaron unas conmovedoras palabras de padre e hijo.
—Te extrañe Sohn... —y se separó del abrazó.
Su bienvenida no acaba ahí, porque se le abalanzaron Italia F. y I. Japonés.
—¡JEFECITO! —gritaron a la vez.
—¡Más cuidado bola de tarados! ¡Casi me botan! —dijo para luego corresponder al abrazo.
—Italia... tango que arreglar cuentas contigo, pero no haré después —dijo Third de forma amenazante hacia el italiano.
—Sí... —respondió inseguro.
—¡Acabé contigo ese día! ¡Deberías estar en el mismo lugar donde te vi tirado! —dijo luego de pararse de su asiento, estaba negándose a si mismo su existencia y pensar que no era posible.
—¡Lo mismo pensaba yo! ¡Ahora estoy aquí, vivo, y no gracias a ti! —le contestó Reich, le susurró algo en el oído a Alemania y se largó de ahí.
—FBI, necesito que busques a Third Reich, sacale toda la información que puedas, después traelo ante mi, estaré en mi oficina —sin armar revuelos, asintió con la cabeza y fue por el mandado, mientras ONU intentaba conservar la calma.
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𝓝𝓸 𝓯𝓾𝓮 𝓽𝓾 𝓬𝓾𝓵𝓹𝓪 •ᴜʀss x ʀᴇɪᴄʜ• |ᴄʜ|
Romance-¡URSS ya te dije que solo quiero hablar! ¡Lo que te estoy diciendo es verdad! Ya no tengo posibilidades de ganar... -¡¿Después de todo lo que hiciste tienes el descaro de decir eso?! ¡Me mentiste toda la vida! ¡¿y quieres que te crea?! -Se me dio l...