𝓝𝓸 𝓯𝓾𝓮 𝓽𝓾 𝓬𝓾𝓵𝓹𝓪 •ᴜʀss x ʀᴇɪᴄʜ• |ᴄʜ|

Capítulo 6

Al día siguiente ambos se levantaron temprano, extrañamente de buen humor, mejor dicho, solo mejor que lo común, algo novedoso, especialmente para el alemán quien era el que se la pasaba de mal genio. Third se ofreció para hacer el desayuno, el ruso se sorprendió por aquella petición, incluso empezó a creer que algo malo le sucedía.

—¿Reich... te sientes bien? ¿Estás en tus cinco sentidos? ¿Ves borroso? ¿Cuantos dedos ves aquí? —preguntaba haciendo un ademán con la mano.

—Por favor URSS, no exageres —dijo el alemán, dirigiéndose a la cocina.

—Es que es raro viendo de ti, no es común.

—De seguro que va ser la primera y última vez que ocurre esto.

—¿Pero por qué lo haces? Nunca te ofreces a estas cosas.

—Porque sí y ya —aclaró el europeo con simpleza, dejando al ruso más confundido aún. 《Te tengo que dar la razón, ¿pero para qué decirla si se va dar cuenta en poco tiempo?》 Se decía a si mismo Reich en su mente.

—Estoy empezando a creer que eres una copia barata de Reich y que al verdadero lo tienes secuestrado —dijo en broma URSS.

—Awwww ¿Te preocupas por mi? Que lindo de tu parte —respondió un poco burlesco—. Además, soy el único e irreemplazable, no una copia.

—Calla, sabés que no lo digo en serio —dicho esto se apoyó en la pared— Tu ego... es tan grande que es difícil de creer.

—Sí, sí, lo que digas —mencionó con la intención de molestarlo.

Reich y URSS siguieron conversando mientras el alemán hacía el desayuno, el ruso después llevó los cubiertos.

《¡Se me olvidó! ¡Le había prometido a Alemania qué lo iba a visitar! Y más encima tengo que ir a ver al pajarraco celeste... Ya que, voy a ver como me organizo》 Pensaba el menor, quien tenía su solución al frente de él.

—¿Sowjet, con la ONU cuánto nos vamos a demorar?

—No mucho, un poco menos de una hora —dijo un tanto pensativo.

—¿Y crees que después me puedas llevar a la casa de Ale?

—Claro —《Con que eso era... ¿Siempre fuiste así o yo fui el ciego?》Se consultaba a si mismo el ruso—. ¿Quieres que te vaya a buscar o que me quede?

—Como quieras —dijo Reich, sin darles más vueltas al asunto.

Se sentaron frente a frente, no había signo esencia de incomodidad, pero si un silencio prolongado. No era del gusto del menor, él es serio cuando quiere, sí, pero es alguien de cooperar con un buen ambiente si le apetece. El eslavo, en cambio, le daba igual, su pensamiento era que su compañero de casa, Reich, cuando hace algo, tiene un objetivo, lo duda porque él no lo muestra directamente, es parte del plan comúnmente,

—URSS, como sabés, hice el desayuno voluntariamente, por ende haces el almuerzo —aclaró Third, rompiendo el reposo del entorno.

—¡AHHH! ¡Tremendo hijo de p###! —gritó como respuesta URSS quien ya logró captar esa amabilidad de hace unos instantes.

—¡¿Qué tiene?! ¡Es lo justo! —se justificaba Reich.

—Bien, bien... —dijo derrotado, pero no del todo— Pero con la condición de que tendrás que hacer el almuerzo y cena mañana.