Heather.

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— ¿Te acuerdas de los días en los que solíamos salir a mojarnos los pies en la lluvia? — La voz de Drista, su hermana, se coló entre las sábanas de su cama que le tapaban el cuerpo.

Dream recordaba aquellas veces cuando era niño y estaba de vista en casa de su abuela; Solía salir con su hermana a mojarse los pies en la lluvia, brincando en los charcos que se formaban en el césped de aquel jardín lleno de árboles y flores.

Estando tremendamente feliz en compañía de su hermana con los pies húmedos y sucios de lodo, sonriendo mientras mostraba todos los dientes blancos en un gesto divertido que hacía reír a Drista hasta hacerle doler el estómago.

Porque su hermano era así: Feliz, alegré y divertido.

Era.

— Drista en verdad no quiero hablar déjame en paz, por favor.

¿Porque Drista lo decía en pasado?

Porque ahora Dream no era ni una pizca del hermano divertido que era antes.

Porque ahora cada vez que llovía ya no había días de salirse a mojar bajo las nubes grises que cubrían el cielo. Ahora Dream prefería encerrarse en su habitación y envolverse entre sus sábanas para sollozar en silencio.

Creyendo que los relámpagos y las gotas de lluvia golpeando el techo iban a acallar los sollozos que daba al recordar lo que aquellos días de tormenta ahora significaban para él.

Ya no eran días de mojarse la ropa y la cara con la lluvia mientras sonreía, no lo eran desde que George había decidido irse. Y Drista lo sabe, por eso decide no insistir más.

— Cualquier cosa que necesites estaré con mamá en la cocina.

Un relámpago hizo vibrar el cristal de las ventanas al mismo tiempo que la puerta de su habitación se cerraba, dejando al fin salir las lágrimas que habían estado escociendo sus ojos desde que su hermana había mencionado lo de mojarse bajo la lluvia.

— Está lloviendo fuerte, debería de haber traído una sombrilla.

La voz de George aún retumba en sus oídos. El aroma a tierra mojada se puede sentir en sus fosas nasales mientras inhala acallando un ligero gemido de dolor que sale por sus labios temblorosos.

— ¿No te gusta mojarte acaso? ¡Ven vamos, será divertido! — Dice y George lo mira con cariño.

Toma su mano para entrelazar sus dedos con los suyos antes de empujarlo hacia afuera del techo de policarbonato de la estación de autobús que los cubre.

Dream siente las grandes gotas de agua caer sobre su cabeza, está lloviendo fuerte, pero eso no le importa. Aun así, decide jalar a George a su lado quien lo mira a los ojos con un brillo al que decide llamar especial.

Era su cuarta cita, un tres de diciembre hace un año.

Su cabello comienza a mojarse, sus zapatos se vuelven pesados cuando pisa un gran charco de agua que se formó sobre el pasto.

— ¡Oye! No me ensucies de lodo. — El castaño ríe cuando Dream salpica sobre sus zapatos. Las gotas de lodo manchan los pantalones de George, pero a este no parece importarle.

Un relámpago ilumina el cielo, sus ojos cafés brillan ante la luz cuando Dream decide tomarlo por su cintura para después comenzar a tararear una canción.

— Vamos a bailar bajo la lluvia Georgie. — El nombrado ríe divertido cuando es arrastrado por Dream, tomándolo en una posición como si estuvieran bailando un vals juntos.

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⏰ Última actualización: Jun 07, 2024 ⏰

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