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Pasado

Suspiré observando el cielo oscuro, sintiendo la soledad apoderarse de mí, cuando un grito me sacó de mis pensamientos, salí al pasillo  encontrando a dos jóvenes sirvientas corriendo asustadas, era obvio de donde venían.
La única habitación que estaba en el lado sur era la de Aegon. Camine a ella sabiendo que encontraría un desastre pero la escena fue peor de lo que había imaginado. Un ebrio y desnudo Aegon acorralaba a una sirviente temblorosa contra el dorsal de su cama.
—¡ ¿Qué crees qué haces ?!!- grité horrorizada—¡suéltala !

Golpee a Aegon haciéndolo caer al suelo, la chica se abrazó a mi temblorosa y llorosa.
—todo está bien—susurre guiándola a la puerta donde dos sirvientes miraban pálidas —¿ logró abusar de ti?

Mi voz había sido lo más suave posible pero una pregunta así seguía siendo terrible, la joven negó con el rostro sonrojado.

—ve a tu habitación y descansa—susurre  alo que ella asintió.

—¡A donde crees que la mandas!—exclamó Aegon aún desde el suelo—¡ella está a mi servicio no al tuyo !
—llévenla —ordene a las otras dos sirvientes ignorándolo.
Las dos jóvenes sacaron a la chica corriendo, entonces enfrente a Aegon, asqueada .
—has hecho lo más bajo que un hombre puede hacer —escupí avanzando a él — ¡aunque está claro que tú no eres un hombre !
Se rió cínicamente, no entendía que le causaba gracia.
—¿Qué no soy un hombre ?—preguntó burlón  poniéndose de pies— ¿esto no te parece que es de un hombre ?
Aegon tomó su pene erecto entre sus manos mientras avanzaba hacia mí con lentitud pavoneándose de su cuerpo desnudo. Era la primera vez que veía a un hombre desnudo.
—eres un cerdo—me di la vuelta con rapidez sintiendo mis mejillas calentarse.
Tome la manija de puerta cuando sentí su cuerpo acorralar el mío contra esta, sus manos tomaron mis caderas y la unión a las suyas. No había nada que dejar a la imaginación, toda su anatomía se frotaba contra la mía.
—¿por qué tan tímida hermana?— su voz ronca vibró contra mi oído—somos los últimos en la línea Targaryen, en algún momento tenías que verme desnudo.

Su mano se introdujo en mi falda hasta mis muslos y eso fue suficiente, golpeé su costilla con mi brazo haciéndolo doblarse del dolor, lo que aproveché para empujarlo al suelo .

—eso jamás pasará—le conteste —y te por seguro que esto lo sabrá el rey, no dejaré que salgas impune

•La Obsesión del Dragón• Aegond II Targaryen El Ursupador  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora