CAPITULO 3

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— bonita, despierta, ya llegamos — una suave voz me hizo reaccionar. Nos encontrábamos frente a unos departamentos, los cuales parecían algo lujosos. Bajé tambaleando me algo somnolienta, y seguí a Minji hasta el elevador, y luego hacia un departamento con el número 24 inscrito en él. En cuanto abrió la puerta el maullido de un gato nos recibió

— hola, hija mía — dijo con voz infantil, un hermoso gato negro apareció detrás del sillón y salto sobre mi — tranquila no hace nada — rio al ver mi reacción sobre lo que había pasado

— es... hermosa — le dije y sonreí algo desganada, poniendo al gato en el suelo. Me quedé parada observando el departamento de aquella dulce chica, era lindo, aunque un poco oscuro, pero se sentía una vibra cálida

— no te preocupes por estar aquí, no espero que nadie llegue, vivo sola así que tú siéntete como si fuera tu casa — me sonrió

— ou, no me imaginé eso, creí que vivías con tus padres o algo así — di unos cuantos pasos hacia el sofá, pero no me senté solo miré el resto del apartamento

— Te contaré esa historia en otro momento, ¿qué te parece? Hoy no se trata de mí, se trata de ti — se acercó hacia mí y plantó un dulce beso en mi frente, era la primera vez que lo hacía desde que nos conocimos y eso hizo que me sonrojara un poco — primero necesito limpiar tu linda cara, ¿okey? — dio la vuelta, pero se detuvo dudosa — mmmm, voy a necesitar que me digas quien te hizo esto, tengo sospechas, pero solo necesito que me lo confirmes, ¿acaso Soyeon lo hizo? — apretó sus labios y me miró, yo solo asentí algo apenada

— seguro que no te causa problema que esté aquí? — la cuestione

— para nada — me sonrió — mira toma, ve a cambiarte y necesito que regreses para poder limpiarte tu carita — le dio un pijama de color rosa, que tenía pequeños conejos en ella. Tomé el pijama y me dirigí a la habitación que me indico.

En verdad no sabía que estaba haciendo, pero este trato era lo que necesitaba en estos momentos. En el tiempo que me tardé cambiándome, pude observar la habitación en la que estaba, era la habitación de Minji, en ella no había muchas cosas que la decoraran, una solo foto se posaba sobre el buró que estaba junto a su cama, esa foto era de su gatita, que elegantemente miraba hacia la cámara. Las paredes de un azul claro bastante agradable a la vista, se encontraban vacías a excepción de una repisa que exhibía una colección pequeña de peluches, entre los cuales se encontraban, un oso, un conejo, un gato, un pollito y un perro, bastante simpáticos. Terminé de cambiarme, dejé mi ropa doblada sobre la cama y me dirigí a la sala.

— Hanni, todo lo que me cuentes prometo no decírselo a nadie, pero necesito que me digas lo más que puedas, para saber que hacer yo en estos casos, sí? — se dirigió a mí mientras sostenía unas gasas y alcohol con el cual iba a limpiar mis heridas que habían dejado de sangrar ya hace unos minutos

— hoy, recibí un mensaje de Soyeon — comencé mi relato mientras ella se preparaba para comenzar a curarme — salí a verla, ella se encontraba fuera de sí, en un arranque de celos me hizo esto — señalé mi labio, el cual Minji se encontraba limpiando cuidadosamente, dolía? Si, pero era soportable

— porque estaba celosa? — me cuestionó

— por ti — le respondí y giré mi rostro para evitar verla, ella tomó mi barbilla y me obligó a mirarla de nuevo para acto seguido seguir limpiando mi labio

— entiendo — dejo la gasa y tomo otra para limpiar mis mejillas — aquí estás a salvó, y yo tratare de cuidar de ti cada día en que tú y yo estemos juntas, así que duerme tranquila que yo me encargaré de todo — continuó limpiando las marcas de mi cara, tan cuidadosamente que su toque me provocaba unas extrañas ganas de dormir

Stupid Love Story || [Bbangsaz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora