Capítulo 17

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Después de escuchar todas las recomendaciones del médico entré a verla. Estaba con suero y su piel lucía mucho más pálida de lo normal.

Me senté a su lado, tome su mano y comenzó a despertar lentamente.

-¿Qué paso?¿Por qué estoy aquí?¿Le paso algo al bebé?

-Tranquila, no paso nada malo... Sólo fue un desmayo

-¿Y porqué tengo suero?

-Cálmate, tengo algo importante que decirte.

-¡Dilo ya!

-El embarazo es de alto riesgo...

-¿Y qué hay con eso?

-Debes pasar los 5 meses restantes en reposo absoluto... O de lo contrario... Perderás el bebé

-¡Todo por la culpa de ese señor!

-Tranquila princesa... Todo estará bien-me subo a la cama y la abrazo.

Me quedo así un par de minutos, hasta que tocan y entra su madre con un ramo de rosas blancas.

-¿Y esas flores?-pregunta ___.

-Son para ti hija.

-Llévatelas, no quiero a personas mentirosas aquí y menos cerca de mi bebé

-____... Por favor, es tu mamá.

-Que se vaya- dijo sin mirarla.

Después de que se fuera nos quedamos unos minutos conversando de nuestro bebé y de los deseos de ____.

-¿Así qué tu más grande deseo es viajar por todo el mundo?

-Sí, pero no se podrá- miro su abdomen.

-¿Qué pasa?-pregunté asustado.

-Dame tu mano-se la di y la poso sobre el bebé.

-¿Sientes?

-S...i

-Nuestro bebé-caen algunas lágrimas de sus ojos.

-¿Por qué lloras princesa?

-Quiero que la ames y que le digas que yo siempre lo ame-llora aún más.

-Tú estarás aquí para decírselo, estoy seguro...

Pasamos una semana en el hospital, hasta que los doctores lo deciden.

Aunque antes de irnos completamente nos llaman a ambos con el director.
Entramos a la oficina y nos hace tomar asiento.

-Buenos días señores- sonreímos ambos.

-¿Por qué nos mandó a llamar?- pregunta ___.

- Es algo delicado y no quiero que usted en particular tenga una crisis nerviosa o algo que pueda jugar en contra con su estado.

-Dígalo.

-Tenemos muy pocas esperanzas de que sobrevivas luego del parto, aunque también cabe la posibilidad de que este equivocado.

-¿Pero se puede evitar de algún modo?

-Me temo que no, eso sólo se sabrá cuando llegue el momento del nacimiento, antes imposible.

-Lo sabía... Para mi no es nada nuevo- dice ____ resignada.

-Gracias por la información, hasta luego- digo y nos levantamos de las sillas.

Salimos de la oficina y luego del hospital, subimos al auto y decido hacer una parada antes de ir a casa.

Llegamos al centro comercial, nos bajamos y vamos a las tiendas de bebé.

Luego de un rato ya estamos llenos de bolsas y una carreola para mi pequeña princesa. Se me olvidaba que era una princesa, es mi niña.

Mi hermosa Megan.

Maldita Enfermedad |Z.M| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora