Capitulo 2: La Decisión de la Universidad

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La cámara se desplaza por la misma sala de estar cálida y acogedora. Carlos, ahora con 17 años, está sentado en el sofá, con folletos de varias universidades esparcidos sobre la mesa de centro. Rocío y Rojas, están de pie frente a él, con expresiones de preocupación.

Carlos: "Mamá, papá, ya lo he decidido. Quiero ir a la universidad lejos de aquí. Necesito esa independencia para crecer y aprender por mí mismo además es de las escuelas mas difíciles de entrar y me quiero probar a mí mismo que soy el mejor."

Rocío: "Carlos, entiendes nuestra preocupación, ¿verdad? Sabes que eres una persona con muchos intereses, algunos no tan buenos y sabemos que puedes estar expuesto a cosas peligrosas si estás solo."

Carlos: "Lo sé, mamá. Pero no estoy hablando de hacer cosas irresponsables. Quiero explorar, aprender y encontrar mi propio camino y en esa universidad tendre muchas oportunidades académicas."

Rojas: "Carlos, ¿por qué no consideras mi universidad? Es una excelente institución y te aseguro que recibirías una educación de calidad. Yo fui allí y mira cómo he progresado en mi carrera."

Carlos se levanta del sofá, con una expresión decidida pero con una sombra de duda en sus ojos.

Carlos: "No se trata solo de la educación, papá. Se trata de las experiencias, de conocer gente nueva y enfrentar retos que no tendría aquí. Y... también siento que necesito hacer mi propio camino. Además, ya una vez en la preparatoria no me dejaron ir lejos. No quiero vivir lo mismo otra vez."

Rocío suspira profundamente, mirando a Rojas antes de volver su atención a Carlos.

Rocío: "Carlos, te queremos y solo queremos lo mejor para ti. Nos preocupa que estando lejos, sin nuestra guía, puedas tomar malas decisiones."

Carlos se acerca a sus padres, mirándolos a los ojos.

Carlos: "Confíen en mí. Ustedes me han enseñado bien y sé distinguir lo correcto de lo incorrecto. Prometo mantenerme en contacto y hacerles saber cómo me va."

Rojas mira a Rocío, buscando su aprobación. Rocío asiente lentamente, con lágrimas en los ojos.

Rojas: "Está bien, hijo. Te dejaremos ir. Pero debes prometer que siempre acudirás a nosotros si tienes algún problema."

Rocío: "Y que mantendrás tus valores y principios sin importar lo que pase."

Carlos sonríe, aliviado y emocionado a la vez. Abrazando a sus padres.

Carlos: "Lo prometo. Gracias por confiar en mí."

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