Conexiones y Confidencias

23 8 0
                                    

En la tranquila sala de descanso de STAR Labs, Frost y Cisco compartían un raro momento de calma entre misiones.

Cisco: ¿Y cómo van las cosas con Barry, Frost?

Frost: Todo va muy bien. Después de que derrotemos a este nuevo villano, Barry y yo vamos a tener una cita. Estoy muy feliz.

Cisco: Es bueno escuchar eso. Es genial que ahora puedas tener tu propia vida ya que tienes tu propio cuerpo.

Frost: Sí, estoy agradecida de que Caitlin me permitiera tener mi propia identidad.

En ese momento, Caitlin entró en la sala, irradiando serenidad que contrastaba con el caos del mundo exterior.

Caitlin: No necesitas agradecerme, Frost. Me alegra que tengas tu propio cuerpo ahora. Podremos hacer muchas cosas juntas ahora que estamos separadas.

Frost: ¿Qué tal si pasamos un tiempo juntas mañana?

Caitlin: Me encantaría.

La armonía de la conversación fue abruptamente interrumpida por el estridente sonido de la alarma de metahumanos, rompiendo la tranquilidad con su urgencia incesante. Los tres corrieron hacia el cortex, preparados para enfrentar lo que les esperaba.

Mientras tanto, Barry, Cisco y Frost confrontaban valientemente a Psych, el villano capaz de inducir alucinaciones en sus víctimas. A pesar de los esfuerzos de Cisco por protegerlos con sus dispositivos, la habilidad de Psych era demasiado poderosa, y los tres se vieron sumidos en un mundo de ilusiones y miedos.

Después del evento, Barry, Cisco y Frost estaban visiblemente afectados por las secuelas de las alucinaciones. Caitlin se acercó a su hermana Frost, preocupada por su bienestar y deseosa de entender lo que había experimentado.

Caitlin: ¿Quieres contarme qué te asustó tanto cuando Psych te atacó? Compartimos un cerebro, y sé que no te asustas fácilmente.

Frost: Iban a arrestarme por todos los crímenes que cometí como Killer Frost, y tú eras quien me delataba.

Caitlin: Yo nunca haría eso.

Frost: Lo sé.

Caitlin: Frost, sabes que puedes decirme cómo te sientes.

Frost: No sé cómo hacerlo. Tal vez soy la fuerte, pero tú eres la valiente. Tú no tienes miedo, pero como yo muestro mis emociones, estoy asustada.

Caitlin: No deberías tener miedo, Frost. Lo estás haciendo increíble. Tienes un hombre que te ama, Frost, y yo también te amo. Frost, es normal tener miedo.

Antes de que la conversación pudiera profundizar más, Barry irrumpió en la sala, interrumpiendo el momento íntimo entre las hermanas.

Barry: Caitlin tiene razón, Frost. Está bien tener miedo, pero estoy contigo. Puedes contarme cualquier cosa, o a Caitlin.

Caitlin: Barry tiene razón, Frost. Nos tienes a nosotros.

Frost: Muchas gracias a los dos.

Caitlin: ¿Qué tal si tú y yo pasamos un tiempo juntas como hermanas?

Frost: Me encantaría, pero Barry y yo acordamos tener una cita. Espero que podamos hacerlo mañana.

Caitlin: Sí, claro. No hay problema. Y me alegra que te estés divirtiendo. Nos vemos luego. Diviértete.

Barry envolvió a Frost en un abrazo reconfortante, que ella aceptó con gratitud. Aunque no era su estilo, con Barry era diferente. La conexión entre ellos era palpable y reconfortante.

En el apartamento de Barry, mientras la película se desarrollaba en segundo plano, la atmósfera se volvió densa, cargada de una energía palpable. Una mirada, un roce, y todo cambió.

Frost: (mirando a Barry) Sabes, esto es agradable, pero… hay algo que me apetece más.

Con esa declaración, se acercó y lo besó con un deseo que había estado latente por mucho tiempo. Al principio, el beso era suave, exploratorio, pero pronto se intensificó, como si un interruptor se hubiera activado entre ellos.

Barry: (con un ligero jadeo) Wow…

Frost: (sonriendo, sin apartar los labios) ¿Te gusta?

La risa de Frost se entrelazó con sus palabras, mientras sus manos buscaban su piel. Barry, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo, respondió acercándose más, abrazándola con fuerza.

Barry: (más serio) No solo me gusta… me vuelve loco.

Frost mordió su labio inferior, disfrutando de la intensidad de su reacción. Se inclinó hacia él, dejando un camino de besos por su cuello, sintiendo cómo sus músculos se tensaban bajo su toque.

Frost: (susurrando al oído) Dímelo de nuevo.

Barry: (con voz entrecortada) Me vuelves loco. Quiero más de esto.

Las manos de Frost se deslizaron a lo largo de su torso, provocando que él soltara un gemido. La conexión entre ellos se hacía cada vez más fuerte, más incontrolable.

Frost: (mirándolo a los ojos) Entonces, no te contengas.

Barry: (sonriendo) No pienso hacerlo.

Las caricias se convirtieron en un baile enredado de piel y deseo. Barry dejó que sus manos exploraran cada rincón del cuerpo de Frost, mientras ella se aferraba a él con fuerza, como si no quisiera separarse nunca. La tensión en el aire se volvía cada vez más eléctrica; cada beso, cada roce, avivaba un fuego que parecía inextinguible.

Frost: (con un tono provocador) Nunca pensé que una noche de película pudiera volverse así.

Barry: (jadeando) Y esto apenas es el comienzo.

Se miraron a los ojos, y en ese momento, hubo una conexión más allá de las palabras. Era como si pudieran sentir el latido de sus corazones compitiendo en una misma sintonía. La habitación se llenaba de susurros y suaves gemidos.

Frost: (mientras sus labios rozaban el cuello de Barry) Oh, Barry… más rápido, por favor.

Barry: (suspirando) Te quiero así...

La intensidad del deseo solo aumentaba a medida que el momento se volvía más ferviente. Las manos de Frost viajaban a lo largo de la espalda de Barry, mientras él se perdía en sus caricias.

Frost: (murmurando entre sus besos) Sí... más...

Barry: (con voz entrecortada) No puedo resistirme...

En un instante de entrega total, ambos se dejaron llevar, creando un vínculo que trasciende lo físico. Y en el calor de su amor, lo que no sabían era que estaban dando vida a un ser que cambiaría sus vidas para siempre. Cada gemido se convertía en un eco de su futura familia, una conexión que los uniría aún más allá de ese instante.

flashfrost Donde viven las historias. Descúbrelo ahora