ROYALTY [VMIN]

Preludio: El año del atentado.

Preparé esto con variantes sobre cómo iniciarlo porque hay factores nuevos y viejos que quiero explorar, pero al final decidí mostrar dos aspectos que van a tomar un desenlace importante al final.

Como lo dice el título, es un preludio, es decir un inicio de factor, no esencialmente un inicio de la historia, solo un punto de partida para ustedes como lectores, ambientación, como suelo decir en clases.

Sin embrago, ya saben, me gustan los aspectos ocultos y las cosas entre líneas.

Sin más, no olviden comentar.

REINO DE COREA: Año 2015, Febrero.

La reina pasó la mirada del auto en el que iban a retirarse a su hija mayor, endureciendo el gesto cuidadosamente.

―Tú padre y yo iremos a la reunión en la residencia del consejo de Daegu, no debemos tardar más de dos o tres horas, pero ya conoces las reglas.

Chaerin asintió.

―Vigilar a Yoongi siempre, mantenernos cerca de la seguridad siempre y, en caso de emergencia extrema, ir a su habitación y buscar el cofre en la caja fuerte secreta, ir al escondite de seguridad con Yoongi y quedarnos allí hasta que nos busquen.

A YoonAh no le gustaba hacer sentir a su hija que incluso en casa debía cuidarse, pero ciertamente, YoonAh no estaba alejada de la realidad sobre su preocupación, ella sabía de primera mano lo que el deseo a deshacerse de la realeza podía precipitar.

Con un suspiro, terminó por acercarse a su hija mayor, de apenas diecinueve años, futura reina de la gran casa Min, llena de una carga que alguien de su edad no debía tener, pero que su herencia de nacimiento la obligaba a tomar. Le puso una mano en la mejilla, sintiéndola recostarse contra el gesto, le sonrió suavemente.

―Sé que tu hermano y tú no son niños pequeños y se pueden cuidar, pero debo recordarlo siempre, si sucede algo no sean valientes, no se precipiten a enfrentar lo desconocido, resguárdense, cuídense, ustedes son el linaje de una poderosa y prevaleciente dinastía, ustedes nacieron Min, y hay muchas personas que se aseguraran de que aquello muera con ustedes, ¿lo entiendes?

Chaerin sonrió un poco incrédula. A YoonAh se le encogió el corazón.

―Somos dos príncipes de la gran casa Min, mamá, hay más de mil guardias aquí que morirán por nosotros antes de que llegásemos a sentirnos en peligro.

Y eso no era un tranquilizante, porque no se necesitaba a un ejército para acabar con dos pequeñas vidas, tan frágiles como solo la vida humana podía serlo.

Su esposó llegó hasta ellas antes de que YoonAh pudiese pensar en una respuesta, Woonyeol les sonrió tranquilamente, y a veces ella envidiaba eso de su esposo, la forma tan fácil que tenía para aparentar una tranquilidad que realmente ninguno sentía.