Capítulo 58: "Casilda."

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*Narra Casilda.*

No es posible, no no no, no puede ser verdad. Raúl no puede estar en Madrid, ni en este hospital, ni mucho menos puede ser amigo de Valeria. El universo está jugando contra mi. Todo tiene que ser un maldito sueño, Raúl, Salva el accidente, estoy durmiendo, esto no es real. Me pellizco fuertemente el brazo para despertarme pero nada, esto es real, ojalá no lo fuera.
Me dirijo a la guardería donde esta mi pequeña después de haber hablado con Valeria. Sé que no es culpa suya el haber conocido a Raúl y puede que con ella él haya sido distinto, pero Valeria tenía que estar bromeando. ¿Cómo pretende que hable con él después de todo lo que me ha hecho? Me dejó embarazada y luego se fue, sin decir nada, no se merece ni un segundo de mi tiempo.
-Hola mami- dice Sofía acercándose a mi con una barbie en la mano cuando entro por la puerta de cristal. Me siento en una silla pequeña de juguete y la siento en mi regazo.- ¿Qué tal están el tío Pa y el tío Salva?- pregunta y no puedo evitar ver lo mayor que se ha hecho.
-Están bien, dentro de un rato les veras.-miento.- también ha venido la tía Val.
-¡Bien!- chilla y no puedo evitar sonreír apretándola a mi.
-¿Tienes hambre peque?- beso su cabeza, no soportaría que Raúl o que sus padres la alejaran de mi, es lo más bonito que tengo.
-Nop- empieza a peinar a la barbie con sus dedos- ¿Mami me haces una trenza?
-Claro- divido su pelo rizado en tres mechones y los entrelazo formando una trenza, me centro tanto que no me entero de que alguien ha entrado.
-Eres muy guapo- dice mi niña y quito la mirada de su pelo para ver a quien se dirige. Raúl. Cómo no.
-Tu también princesa- dice y Sofía empieza a taparse las manos con la cara tímidamente- ¿Como te llamas? -no puedo reaccionar, mi hija esta hablando con su, con su...con Raúl. Están teniendo una maldita conversación delante mía y no reacciono.
-Sofía -sonrie.
-Sofía, ¿quieres seguir jugando con los niños? - ella asiente y se baja de mi regazo de un salto y se acerca a los niños para seguir jugando con su muñeca.
-Raúl, vete- demando sin mirar a los ojos de los que me enamoré una vez y los que tanto daño me hicieron. Hacía años que le había superado, recuerdo que no podía evitar mirar a Sofia sin pensar en lo mucho que se parecían.
-Tengo que hablar contigo...-susurra- Es preciosa...- dice mirando a mi hija, sí mía, él ya renunció a ella en su momento.
-Yo no quiero hablar contigo, ahora sal de aquí- me levanto de la silla y salgo con él al pasillo, si no piensa salir por su propia voluntad, le voy a sacar a rastras. Veo como Pablo y Valeria se dirigen hacia nosotros de la mano.
-¡Pablo!- chillo como mi hija a hecho minutos antes y me tiro a sus brazos.- Me alegro tanto de que estés bien.- beso sus mejillas repetidas veces. Te quiero, ¿vale?.- pregunto antes de darle un puñetazo en el brazo.
-¡Casilda!- grita Valeria regañándome y veo como Pablo sonríe.
-No vuelvas a darme estos sustos.- le abrazo de nuevo y el me susurra un "lo siento."
-¿Raúl?- pregunta Pablo con los ojos abiertos cuando le suelto del abrazo.
-¿Pablo, estás bien? -pregunta acercándose a mi hermano estoy a punto de pararle, no quiero que se acerque a nadie de mi familia, pero Pablo le responde.
-Si, si, pero...- empieza a decir mi hermano.
-Veníamos a ver a Sofia- dicde Valeria mirándome y agradezco que haya cambiado de tema.
-Está dentro jugando- la informo, ella asiente y entra con Pablo, él le echa una última mirada de sorpresa a Raúl.
-Tenemos que hablar, tengo una explicación para todo esto- dice mirando el cristal para seguir mirando a la niña que ahora esta en brazos de mi hermano.
-¿Tienes una explicación, en serio?
-Sí.- responde afirmativamente, sin quitar la mirada de Sofía, noto como sonríe levemente.
-Estoy deseando oírla- se gira y nuestros ojos se conectan, quiero quitar la mirada pero no puedo, su mirada es de sorpresa, no tendría que haber dicho eso.
-¿En serio?- pregunta asombrado.
-NO.- vocalizo claramente para que lo entienda.-ahora vete.
-No me pienso ir hasta que hables conmigo, y cuanto antes hables conmigo antes me iré- comenta. No me creo que este manipulándome- Por favor- dice en un tono mas dulce, su mirada es insistente y suplicante sobre la mía.
-¿Me estás chantajeando?
-Perdón- dice y me coge la mano, tardo en reaccionar y la quito.- Sólo quiero hablar contigo, sé que ha pasado tiempo, pero creo que te mereces una explicación.- dice y por un momento veo al Raúl del que me enamoré.
-Vale- cedo, lo último que quiero es que se quede más tiempo por aquí. -Vamos fuera- él asiente y me sigue hasta que llegamos a las puertas de recepción, las abrimos recibiendo un golpe de aire fresco, echo de menos Malága. Nos sentamos en un banco que hay fuera, e intento mantener el espacio cuando se sienta a mi lado.
-Empieza- paso mis manos por mis hombros, tendría que haberme traído una chaqueta, o mejor, no tendría que haber venido en tirantes. Raúl ve lo que hago, se quita la suya y la pasa por mis hombros dulcemente, ésta es la persona de la que me enamoré, no del que me dejó tirada estando embarazada.
-Quiero que sepas, que cuando me contaste la noticia no sabía que hacer, pero cuando llegué a casa estuve reflexionando y me di cuenta de lo tonto que fui. Pensé que tener un hijo contigo iba a ser genial, te amaba y veía el bebé como un paso más en nuestra relación, estaba ilusionado por tener un hijo contigo, siempre tuve la esperanza de que lo nuestro era para siempre, pero sé que mi reacción no fue buena...-va al grano y me quedo sorprendida, sigo mirando a la carretera ya que no pienso mirarle a los ojos, sé que acabaré llorando, cuando me prometí no llorar jamás, él hizo que perdiera la confianza.- Vale, entiendo que no me creas, pero te juro que me hacia mucha ilusión.
-Eso no lo demostraste cuando vistes los tests de embarazo.
-Pero porque me acababa de enterar, y no sabía como reaccionar, solo pensé en lo malo, no pense en lo bonito que sería tener un hijo contigo. Pensé en el dinero que no tendríamos para cuidarle, en como íbamos a seguir estudiando....
-Claro y por eso te fuiste- ¿Raúl piensa que soy tonta o algo parecido?
-No me fui porque yo quisiera. Les conté a mis padres que iba a ser padre, y pensé que les iba a hacer la misma ilusión que a mi pero está claro que no. Mis padres vendieron la casa, me obligaron a abandonarte Casilda. Me dijeron que si me quedaba, no me iban a pagar mas la Universidad e iban a intentar que me echaran del trabajo, me querían arruinar la vida. Y sin trabajo no tendría el dinero suficiente para poder manteneros, asi que me fui y desaparecí de tu vida, pero no porque yo quisiera, te quise en todo momento, sigo haciéndolo.
-Eso no eso no es justo.- parpadeo rápidamente para que las lágrimas no salgan, ¿y si Valeria tiene razón y ha cambiado?
-Sé que podria haberme quedado, que podriamos haber buscado otra solución, pero simplemente no pensé, era muy joven y fui a por la solución fácil, fui un cobarde. En estos cuatro años no ha habido ningún momento en el que no me arrepienta, no he vuelto a ser feliz desde que te dejé, desde que os dejé.- se corrige.- Empecé a trabajar, a estudiar, para conseguir dinero para vosotras, intenté ser mejor por y para vosotras, para que cuando nos volvieramos a ver no me tuvieras rencor. -todo esto ha sido como una puñalada, sé que no justifica todo, pero al menos sé que no me dejó por su propia voluntad.
-Casilda mirame, por favor- suplica agarrandome de la barbilla suavemente, hago lo que me dice y le miro.-
-No quiero que me la quites- digo cuando una lágrima cae por mi mejilla y él la limpia nada más verla.
-No por Dios, jamas te la quitaria. Eres la mejor madre que hay, la has cuidado tu sola durante cuatro años, es preciosa, jamás te haría eso Casilda- dice y asiento- déjame recompensarte, tengo dinero.
-No quiero tu dinero.
-Por favor, al menos dejame ayudarte a partir de ahora. Necesito que me perdones- pide y sé que lo dice sinceramente, sé que está arrepentido.
-Te perdono, pero no olvido.
-Lo entiendo- besa mi mejilla- Necesito que vuelvas a confiar en mi.
-Dame tiempo.- él asiente.
-Entiendo que no quieras, pero...¿puedo verla?
-¿Que la vamos a decir? Tiene cuatro años, y nunca ha tenido padre, no puedes aparecer así por así y decirla que eres su padre.
-No se lo diré, supongo que con el tiempo lo entenderá. Ya me he perdido cuatro años de su vida, no quiero perderme mas. Tú decides, tú eres su madre. -dice ofreciéndome la mano. Me lo pienso durante unos segundos, está claro que no ha estado en la vida de su hija en cuatro años. No se si alguna vez llegare a olvidar lo que hizo, pero mi hija necesita un padre
-Vamos- digo finalmente entrelazando sus dedos con los mios.

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Nota de Autor,
Hooooola chic@s como veis estoy subiendo rápido, y es que quiero terminar de subir yaaaa, que llevo desde navidades y ya cansa jajaja y cuanto antes termine de subir esta antes puedo a empezar a escribir la otra.
Bueno seguro que no os acordáis, pero en su momento, en la nota de autor de algún capitulo escribí que iba a haber un capítulo narrado por otra persona, y aquí lo tenéis, por Casilda, probablemente no lo esperabais jajaja. Me gusta escribir capitulos narrados por otros personajes porque así me pongo en su punto de vista y eso. Aunque me encanta escribir desde el punto de vista de Pablete, porque hay que pensar como un hombre y eso es un reto, jajaja en fin.
Bueno me encanta Raúl *-* es taaaaan ajndkdndkdndndk sé que lo que hizo está mal pero recordad el discurso de Salvador, todos merecemos una segunda oportunidad. Ojalá vuelvan a estar juntos.
Aaaay por cierto, no sé si habrá alguien que me lea que sea de Ciudad Real o Sevilla, de Ciudad Real sé que sí. Es porque voy a ir al concierto de Manzanares y al de Sevilla (el 19) ojalá os conozca!!!! Bueno lo vamos a disfrutaaaar muchisimo, y tengo muchísimas ganas de ir a Sevilla que nunca he ido!
Bueno espero que os haya gustado el capítulo, dentro de nada el 59!
Abrazo koala <3

Ahogándome en su adiós (Pablo Alborán)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora