Sr & Sra Jochen.

24 3 0
                                    

Me despierto a causa de un pequeño rayo de sol que entra por la ventana del balcón, giro y me encuentro con Gustav, lo observo, tan calmado, tan vulnerable, y recuerdo cuando inicio todo, los besos, las peleas, y todo por lo que pasamos para estar el día de hoy juntos, como esposos, pongo mi mano sobre su mejilla, y le hago caricias tan suaves y delicadas como si mi mano fuera una pluma, al mirarlo me doy cuenta del gran amor que siento por él, es algo que no puedo explicar, algo que no tiene fin, jamás imagine haber podido empezar mi vida con él.

-Buenos días esposa mía - inmediatamente reacciono ante su voz, dedicándole una sonrisa.

-Buenos días esposo mío -no puedo evitar soltar una pequeña risa ante la forma de llamarme

- creo que no me acostumbro a esto aún, no puedo creerlo, estoy aquí contigo, estamos casados -dice con mucho entusiasmo y alegría tomando mi mano y entrelazando sus dedos con los míos.

-Yo tampoco -rio- ya nos acostumbraremos -y acaricio la palma de su mano con mi pulgar.

-Joder, Becca, te amo más que a nadie, como jamás lo he hecho, eres lo mejor que me ha pasado - y al decir eso siento como mis mejillas arden y le dedico la más pura y tierna sonrisa

-También te amo, mucho, pero sabes otra cosa -digo y me siento a su lado

-¿Qué ocurre? -responde sentándose también

-Tengo hambre -digo riendo y el me da una mirada represiva

-Creí que ibas a decirme algo muy importante -ríe- yo también tengo hambre, ¿Quieres que bajemos a cocinar o salimos a desayunar?

-Me parece bien que preparemos de desayunar -digo tomando su camisa del suelo y poniéndomela

-Okay, en un segundo de alcanzo

Salgo de la habitación y me dirijo a la pequeña cocina, busco en toda la cocina y encuentro huevos, salchichas, jamón, varios vegetales, harina, fresas, leche, chocomilk, mermeladas, nutella. Pienso que puedo hacer, y me decido por hacer omelet's.

-En que te ayudo princesa - dice Gustav mientras posiciona sus manos en mi cintura

-Podrías ayudarme a cortar los vegetales.

***

Son las 4 de la tarde, estamos en el sillón viendo la televisión, con mi cabeza en el regazo de Gus, ha pasado casi una semana desde la boda, obtuvimos muchos bonitos regalos, tantos que ya no sabemos dónde ponerlos, nuestra casa poco a poco va mejorando, ayer sábado compramos una pequeña pantalla y pues estábamos "estrenándola".

-Oye cariño -dice Gustav mientras acaricia mi cabello

-¿Sí? -digo alzando mi cabeza para poder ver su rostro.

-Arréglate, o bueno, acompáñame tengo una sorpresa para ti -dice ayudándome a levantarme

-A donde iremos -digo poniéndome mis zapatos

-Ya veras, vamos -dice y toma las llaves del coche.

Salimos de la casa, durante el camino no hablamos, yo iba muy intrigada por saber cuál sería su sorpresa, llegamos al centro y doblo hacia la esquina en donde había una tienda de mascotas, busco donde estacionarse, apago el motor, bajo y me ayudo a bajar, tomo mi mano y caminamos hacía la tienda de mascotas.

-¡Sorpresa! - dijo en un grito bajo y apunto hacía la tienda

-¿Que hacemos aquí cariño?

-Te comprare un perrito, entra escoge el que quieras.

-¡Oh por dios, oh por dios! Gracias -dije alargando la palabra y colgándome en su cuello.

Con mucha emoción entre a la tienda y fui hacía donde estaban todos los perritos, había una pequeña vitrina con 5 cachorros schnauzer, me dirigí a ellos, y lo vi, lo tome entre mis brazos, era tan pequeño y hermoso, voltee mire a Gus.

-Esta es -dije y lo abrace

-Bueno

Se acercó a la caja, y pago.

-¿No quieres comprarle algo más?

-Oh, sí, ven -dije y lo tome de la mano con la que tenía libre ya que en la otra venia mi pequeño cachorrita, le compramos una pequeña camita, sus trastes, una casita, ropa, moñitos, una pelotita y por supuesto comida.

Llegamos a casa, abrí la pequeña cerca y la solté, ella rápidamente empezó a correr por el pequeño jardín, entre y coloque su casa a un lado de las flores, su traste con un poco de comida y agua a un lado de su casa. Me senté en la banca Gus se sentó a lado mío.

-¿Y cómo se llama? -dijo tomando mi mano

-Estoy pensando en París, pero no estoy muy convencida, ¿Qué opinas?

-Me parece perfecto.

Extraña atracción. #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora