El hombre no perdió tiempo y corrió hacia Taichi con claras intenciones, arrastró su hacha por el piso para hacer un ataque vertical, dio un paso para la derecha, grave error, el hacha cambio de dirección haciendo un corte horizontal dándole de lleno a el. Sin duda se sorprendió por esto, este hombre era fuerte. Si recibir el hachazo salió volando aunque se recompuso rápidamente e intento dar un corte con su hoja dentada pero el cazador respondió disparadole con su trabuco aturdiéndolo. Luego el hombre enterró su mano en el cuerpo desprotegido del Yagami para después sacarla con un estallido de sangre
El ataque visceral era una técnica usada por los cazadores, se ponían los dedos de tal forma que hacía sangrar mucho a la persona, era un ataque bastante duro
La sangre se deslizaba por el traje de cazador de Taichi mientras este intentaba recuperarse del ataque, se curó y se cubrió con una tumba para evitar otro hachazo, luego le dio varios cortes al hombre para después transformar su arma y darle dos cortes más, el hombre no le importo y le dio otro hachazo que no pudo evitar
###: Qué es eso? La melodía de la dulce sangre es suficiente para emborrachar a cualquier hombre-dijo para abrir su hacha
Tai: (este hombre fue consumido por la caza, es como dijo eileen) - pensó al quedar consciente de la situación en la que cayó el cazador enfrente suyo
Evitó el ataque del hombre que ahora era más violento, en un momento de la pelea cayó al suelo y se le cayó la cajita de música. El hombre pareció reconocerla y dio unos pasos atrás, Tai quedó desconcertado de lo que ocurría. Fue entonces que las palabras de Amanda resonaron en su cabeza
"ella salió buscando a papá y se olvido esta cajita musical que calma a papá cuando va de cacería"
Era el padre, el mismo que la madre salió a buscar para calmar con la caja musical. Misma que se olvido y el llevaba para dárselo por encargo de su hija, la presión s ele bajo por unos momentos. Ver como el padre de una criatura tan inocente como Amanda terminó en esto... lo lleno de tristeza. Pero no podía darse atrás, tenía que salvarlo de la sed de la caza. No podía dejarlo hundirse, debía volver a casa por su hija.
Así agarro la cajita y la hizo sonar, el hombre se agarró la cabeza irritado y gruñendo. El Yagami quería decir algo, pero no conocía algo de su persona. Ni si quiera su..... Gascoigne.... Ese era su nombre, pero ... como lo sabía? No importa, se lo cuestionara después. En estos momentos el necesitaba de su ayuda para volver
Tai: Gascoigne, reacciona, por favor tu hija está sola, y esperando que regreses a casa con ella y tu esposa - pidió de forma suplicante, esperando que sus palabras fuese oídas
Siguió tocando la cajita de música, el ahora conocido como Gascoigne seguía agarrándose la cabeza y gruñendo. Pareció retorcerse, soltó su hacha la cual resonó al caer al suelo. Dio unos pasado hacia atrás, el solo avanzó lentamente sin dejar de jalar la caja musical. No iba a rendirse, le hizo una promesa a Amanda y no tenía pensado fallarle a la niña. No podía darse el lujo de hacerlo dos veces.
Tai: Gascoigne, yo sé que sigues ahí, por favor , piensa en tus hijas y esposa! -le gritó a Gascoigne el cual en un momento gritó
Gascoigne: VIOLA perdóname perdóname-repetía el hombre perturbado, intentando reaccionar hasta que en un momento dijo algo que helo la sangre de taichi -matame, por favor matame!
Gascoigne no se pudo contener mas y se transformó en una bestia que intentó matar al Yagami con sus garras mientras gritaba. El castaño soltó la caja y dio un sprint para hacerse a un lado. Gascoigne seguía atacando, pero tai sabía que ese ya no era el padre de Amanda, ya no era Gascoigne, ya no era un hombre, era una bestia que nació por la sangre en su interior. Una que se benefició de la pérdida de cordura de Gascoigne, para así usurpar su cuerpo
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Oh Good Hunter
FanficDicen que cuando alguien sueña, recuerda momentos de su vida pasada. Cuando despertamos los olvidamos, sin alguna razón aparente se ello. Aunque a veces es mejor que sea así, no siempre los sueños son agradables. Las pesadillas también vienen. Y un...