El rescate del alma

THREE

Holis estás lluvias de hoy abrieron mi mente talvez suba otros capítulos hoy de otras historias o estás misma quien sabe también quiero agradecerles a anghs127 , user10193698, Guy152 ,Esarioleon24 entre otras personitas muchas gracias por apoyar mil gracias espero que les guste sin otra cosa que decir
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Continuamos

Toto y Christian están a pocos centímetros de la puerta, pero son detenidos por el padre de Pato.
-Torger Wolff, ¿qué te parece si le ofrezco una muestra gratis a tu hijo? Vamos, déjame mostrarte, no es nada feo. Si no te convence, desistiré del matrimonio -dice mientras suelta una risita estúpida.

Christian toma a Toto de la mano con suavidad y le susurra:
-Amor, piensa en el pobre chico, por favor, necesita ayuda.

-Mira, Torger, este mocoso se me está convirtiendo en una carga. No le veo utilidad, así que si no es con tu hijo, tendré que buscarle otro marido al estorbo -Christian escucha atentamente cada palabra que dice.

-No suena mal. Es completamente sin compromiso y me parece realmente favorable. Decidiremos qué hacer, pero me lo llevo hoy mismo. Eso sí, yo no tengo la última palabra; si convence a mi hijo, enhorabuena por ti. Pero si no es así, con pena él decidirá yo no -dice Toto mientras finge una sonrisa.

-¡Trae al joven en este instante! -exclama Christian, ocultando el asco en su voz.

-Denme cinco minutos -baja a buscar a Pato y se da cuenta de que está desmayado-. ¡Niño estúpido, levántate! -le da una patada-. Estorbo, te estoy dando una orden: ¡levántate! -le propina otra patada, esta vez con más fuerza, logrando que Pato se levante.

-Ya déjame en paz -se arrastra hacia atrás hasta toparse con la pared-. No me lastimes más -es tomado del cabello con fuerza.

-Escucha bien: afuera hay unas personas con las que te vas a ir. No quiero que te niegues a nada de lo que te ordeno. ¿Me entendiste? No quiero ni una sola queja porque si ellos no aceptan el trato, te mato. ¿Entendiste? -lo jala con fuerza hasta levantarlo; Pato se traga el grito que quiere soltar por el dolor-. Te estoy preguntando algo, imbécil.

-Sí -responde mientras lágrimas traicioneras caen por sus mejillas.

-Límpate las lágrimas; te ves ridículo -lo suelta-. Camina y no quiero que hables si yo no te lo ordeno.

Llegan donde los Wolff Horner.
-Aquí está lo prometido -jala a Pato, quien se escondía detrás de él-. Saluda, hijo.

-Buenos días -dice Pato con la cabeza agachada.

-Buen día -Christian le toma del mentón-. No bajes la mirada, por favor, cariño. ¿Podrías decirme tu nombre? -pregunta con suavidad.

-Sí, señor -responde Pato mientras pequeñas lágrimas se deslizan por sus mejillas rosadas-. Me llamo Patricio Guerra García.

-Encantado de conocerte, Patricio. Yo soy Christian Horner de Wolff; un gusto. Él es Torger Wolff, mi esposo -Toto lo saluda con un amistoso apretón de manos-. Y por favor no me digas "señor", llámame Chris o como gustes. A él le puedes decir Toto -señala a su esposo-. No llores; tranquilo, todo estará bien.

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Continuara