FIVE (chestappen)

145 18 4
                                    

Holi este cap va con la intención de que entiendan un poco cuando ellos aparezcan sin otra cosa que decir
.
.
.
.
.
Continuamos

Ese mismo día, con el matrimonio Verstappen-Pérez...

-Mijn zon, por favor, come algo -dijo Max mientras se sentaba con cuidado en la cama para no lastimar a su esposo.

-No tengo hambre, cielo -respondió Checo en un suave susurro, mientras algunas lágrimas se le escapaban.

-Estás débil. Come, por favor. Le pediré a Yuki que suba algo -dijo Max, limpiando las lágrimas de Checo-. No llores, te lo ruego, Mijn liefje.

-Necesito a mi bebé aquí conmigo para poder ser feliz -Checo rompió en llanto en ese instante-. Mañana se cumplen 18 años desde que nos arrebataron a nuestro Patito y lo extraño tanto.

-Liefde, me duele no haber llegado a tiempo -conforme Max hablaba, su voz se quebraba-. Perdóname por no haber podido salvar a nuestro Zon.

-No te culpes -Checo lo atrajo suavemente para darle un abrazo-. Sé que nuestro bebé, donde quiera que esté, no estará contento de vernos sufrir. Pero me es inevitable; quedé atrapado en ese maldito invierno en el que me lo arrancaron de los brazos.

-Te juro que lo traeré de vuelta. Si es necesario dar mi vida, así lo haré -Max le dio un beso en la frente-. Nuestro bebé regresará a nuestro lado y si tengo que hacer una guerra para que Wolff diga la verdad, lo haré. Tiene que pagarme cada una de las lágrimas que has derramado todos estos años.

-No... Por mi incompetencia perdimos a nuestro pequeño. No sobreviviré si tú también te vas de mi lado -dijo Checo, abrazándolo con más fuerza-. No me lo perdonaría.

-No soporto verte sufrir. Necesito que seas feliz y si eso implica ir al mismo infierno y regresar, así lo haré -Max tomó ambas mejillas de Checo para obligarlo a mirarlo-. La primavera regresará y brillarás, Mijn zon, junto a nuestro pequeño, te lo juro.

-Wolff es muy poderoso; tiene a la mayoría de las mafias de su lado y nos odia tanto como nosotros a él -le dijo Checo-. No saldrás vivo.

-Tienes razón; es poderoso, pero no lo suficiente como para dañarnos más de lo que ya lo ha hecho. Por favor, compréndeme: si yo muero, arrastraré a Wolff al infierno conmigo -dijo Max-. Ahora traeré comida; descansa mientras vuelvo.

Max arropó a Sergio y salió de la habitación.
.
.
.
.
.
Continuará

El rescate del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora