CATARSIS.

8 0 0
                                    

Han pasado más de cien días sin ti, la vida ha sido igual a como era antes y mis sueños han recuperado su luz. Pensaba que nunca podría volver a sentir la ilusión de vivir y sonreír porque cuando caminabas de mi lado el mundo solía pintarse gris, sin embargo, cuando te pienso, siento como una flecha clavada en el pecho, que arde, que demanda mi constante resentimiento. Para curar esta profunda herida me he recetado perseverante perdón y los frutos de un cultivado amor. 

Tu recuerdo es persistente, todos ellos son desilusiones consistentes. Cariño, todo lo que deseo es no extrañarte, no soñarte ni mirarte, porque he sido yo quien se ha ido pero mi memoria de ti sigue latente. Te amé con dulzura, pues mi cariño siempre fue tuyo y nunca escatime lo que un corazón enamorado puede dar. Aún así, las rosas se marchitaron y llegó la sequía, era inevitable, yo lo sabía. Actualmente solo recojo las páginas de nuestra historia para olvidarlas en un baúl mientras sangran las heridas que quedaron de nuestro trágico y dulce relato de amor.

Cuando estabas a mi lado susurraba «te amo para siempre», ahora solo repito «te perdono incondicionalmente».

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 18 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mis escritos y poemas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora