1. Babosa tu abuela.
Valentina.
— Dari, te dije muchas veces que ese doctorcito de pacotilla solo te rompería el corazón y no me hiciste caso.
— Pero yo si me había enganchado de él.
—Ay, mi chiquitita lo se y no te juzgare, nunca tenemos previsto de quienes nos fijamos.
Digo acariciando su cabello mientras me percato que miles de ojos nos observan, levanto mi mirada para solo darme cuenta que hay pacientes y doctoras mirándonos raro, sin saber que hacer les sonrio con timidez hasta que veo que una doctora se me acerca.
— Siento mucho lo que ocurrió pero necesito que se retiren, los pacientes están incomodos y el doctor Sanchez dijo que no atenderá a nadie hasta que su amiga se retire.
Vuelvo a mirar a los pacientes y sonrio con ironía—Se nota que están muy incómodos tal así que se olvidaron a lo que en verdad venían solo por estar chismeando—Digo en voz alta para que todos me escuchen.
— Como sea, si no se retiran por voluntad propia tendré que pedirle a seguridad que las retire y no será nada bonito.
— ¿Y por qué carajos no viene el doctorcito estrella a echarnos él mismo?—Esta vez grito para acto seguido caminar hasta la puerta por donde desapareció ese miserable—Que poco profesional de su parte no atender a los pacientes pero bueno que se puede esperar de un imbécil que termina con su novia por un mensaje de texto y más encima después de unos segundos sin esperar respuesta alguna, subir una foto con un nuevo ligue por instagram.
La sangre me hierve al ver sufrir a mi mejor amiga, no soy de hacer espectáculos pero cuándo se trata de mi Dari me desconozco.
La Doctora iba a llamar a seguridad cuándo de pronto sale el famoso doctor hechando chispas pero no más que yo—¡Ya dejate de juegos infantiles Darinka, madura!—Grita con fuerza.
Oh no.
Te jodiste maldito puerco.
— A Darinka no le vas venir hablar así, baja el maldito tono porque ella no esta sorda ni sola. Me parece aún más inmaduro terminar por un mensaje de texto y luego esconderse como una rata sin querer dar la cara, debiste de ser más hombre y haber tenido los huevos bien puestos para haber terminado la relación de frente no por detrás de una maldita pantalla como un cobarde—Le digo dándole cara y sin inmutarme.
Este me mira con recelo para luego dirigirse a la Doctora—No voy a seguir perdiendo mi tiempo con estas dos mocosas, llama a seguridad y que las saquen a la fuerza.
— No te molestes en llamar a seguridad, ya nos vamos, somos nosotras las que no queremos perder más el tiempo con un doctor que se roba los medicamentos para venderlos en el mercado negro.