-.Pesadilla (1)

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Con la respiración agitada, siente el calor en el pecho aumentar, cientos de escalofríos recorrerle el cuerpo y la sangre palpitar en su cabeza del cansancio, era otra de esas pesadillas, una de tantas.

se levanto de su cama, siendo bienvenido por la oscuridad de su recamara, el único brillo asimilante era el reloj pegado a la pared que le indicaba la tortuosa hora que significaba.

-12:00 a.m.- musito entre temblando, cuando retiro la mirada sintió la presencia de algo en su armario, las puertas entre abiertas y soltando crujidos, tomo aire y luego su linterna de confianza, golpeándola un par de veces hasta que la luz ilumino el foco.

sus pasos eran cautelosos y desconfiados, quizás hasta torpes, al estar a pocos centímetros de distancia, lo cerro con ambas manos fuertemente y empezó a forcejear con lo que sea que estaba adentro para mantenerlo encerrado, las puertas siendo arañadas y estrujadas con desesperación por el mounstro de su closet, mientras que el pequeño afton a duras penas conseguía que estas no se separaran una de otras.

Las interminables risas de su hermano le llegaron a los oídos, y cuando menos se dio cuenta, su fuerza bajo y aquel ser dio un fuerte golpe lanzando a volar las aberturas de madera que servían como barricada, sus ojos rojos tal sangre y una fila de dientes enorme, una mas puntiaguda y atemorizante que la otra, con el cuerpo contrastando con las sombras y sin dejar a duda de que eso no era humano.

Sin pensarla, recobro la compostura y echo a correr, abriendo la puerta de una patada e dando sin cesar por cada uno de los pasillos, uno mas interminable que el otro, sin embargo al final del ultimo se topo con el mismo ser solo que sus ojos eran mas brillantes que el anterior y el hocico de la bestia era muchísimo mas extendido, capaz de comer a una persona en un mordisco, acorralado simplemente se hizo bola y se abrazo a si mismo, sollozando como siempre lo hacia en la escuela cuando los bravucones lo intimidaban, se sentía tan patético. 

Al abrir los ojos, se encontraba en su habitación devuelta, solo que el sol reflejaba por la puerta entre-abierta, recordaba muy bien haberla cerrado..

Puso un pie en el piso y tan pronto lo hizo sintió una fuerza jalarlo hacia abajo, cayo de estomago, golpeándose la nuca y soltando un quejido molesto y asustado, de abajo de su cama salió una figura con una mascara rojiza que pronto se le abalanzo con un rugido.

-¡Debiste ver tu cara! ¡Eres todo un miedoso!- Michael le agitaba a los lados antes de separarse, disfrutando el miedo que le había causado al de menor estatura, apretó los puños y se levanto a duras penas, sobándose la cabeza del golpe. 

-¡No es gracioso Mike, es molesto!- el de mascara de zorro soltó una carcajada y salió de su cuarto, dejándole privacidad, mientras que su contrario camino aun temeroso hacia el armario y suspiro, tomando su ropa en manos, asimilando lo que acaba de pasar, negó con la cabeza y se dirigió hacia el baño a tomar una ducha, quizás le haría mejor para calmarse.


-¡Mikey, ese es mi lugar!- reprocho la pelinaranja, intentando empujar la silla de su hermano lejos pero este ni siquiera se inmuto, cruzando los brazos y comiendo en santa paz.

-A ver, pues quítame- dijo burlón, pasando una mano por la cabeza de la pecosa y dándole un rudo pero indoloro coscorrón que solo le causo mucha mas molestia a la pequeña.

-¡Papá, Michael se sentó en mi lugar!- grito exaltada, aun intentando forcejear con el peso del mayor, desde el otro lado de la mesa, el pálido de William leía el periódico mientras bebía café para pelear contra la falta de sueño notable, sus ojeras oscuras y sus arrugas mostrándose aun mas, lo único que se le olvidaba es que el era el padre que debía regañar a ambos en esa situación.

-¡Papá!, ¡¿no le vas a decir nada?!- gritoneo otra vez, cerrando ambos puños, el hombre retiro la mirada cansado del papeleo y dio un fuerte soplido de molestia.

-Muy bien, Michael quítate de ahí o te quito yo, no tengo ganas como para aguantar de tus estupideces- musito seriamente, el moreno un poco incomodo al escuchar la voz de su padre y entre molestia, se levanto y se sentó al lado del asiento que se suponía era para Evan.

Al pasar varios minutos, el tan mencionado llego, tropezando un poco por el evidente cansancio que era lidiar con todo y todos en su vida diaria, manteniéndose firme hasta que llego a la mesa, recargándose contra esta y suspirando con cansancio, tomando el tenedor y simplemente jugando con la comida aburrido, no tenia mucha hambre a decir verdad.

-¿Y tu que eres o que? ¿Anémico?- Michael le miro mientras le apuntaba con la cuchara, su tono obviamente de burla.

-Que gracioso, ¿Qué tal si te metes a un circo y les cuentas sobre ti? apuesto a que con eso sales con todo y trabajo..- le dio una mirada fastidiada, no le gustaba lidiar con estos "chistes" por las mañanas puesto que era su momento mas irritable posible, Elizabeth les miro en silencio antes de soltar una Chillida risa.

-La verdad Michael si se parece mucho a los payasos de la televisión con su traje de gala- dijo la pequeña, mas que nada creyendo que estaban hablando de forma amigable, el oji-azul rodo los ojos y se levanto de la mesa sin decir ni una sola palabra mas.


-¡Ah, pero si es el adorable de Norman!- uno de los matones de la escuela se le acercaron en su estadía en el parque, Evan había ido a esperar a Cindy para platicar y ir a comer pero en su camino no pudo evitar a los acosadores que le rodeaban con odio.

-¿Que es lo que quieren ahora? estamos fuera de clases.. no veo el punto de seguir con esto- murmuro suficientemente acabado, quería de todo menos seguir con esos sujetos.

-¿Seguir con que? no me hagas reír, no hemos ni empezado-  Frank se le acerco al lado, otro del grupo de bullies que le seguían a todas partes como pulgas desesperadas.

-¡Hey, idiotas!- la voz femenina le desoriento por algunos instantes, luego una lata de refresco salió volando y golpeo en la nuca a uno de los chicos, obteniendo un quejido a cambio.

-¡No te metas, perra!- el rubio se sobo en el golpe antes de ser agarrado fuertemente del brazo por la chica.

-Vuélveme a decir así y te voy a mostrar lo que hace una perra cuando se enoja, imbécil- todos se miraron entre si y finalmente decidieron disolverse de poco a poco, dando empujones a los lados de Cindy antes de finalmente irse.

-¡Si, lárguense cobardes!- uso las manos de megáfono y empezó a burlarse de los bravucones, luego checo si su amigo se encontraba aun ahí o si había corrido del miedo de encontrarse con sus acosadores, solo para toparse con el castaño aun parado con una sonrisa que esbozaba alivio. -¿Estas bien? Perdón por llegar tan tarde.. tenia que ayudar a mi mama con la comida.. ¿Te hicieron algo?-

-No.. la verdad ni siquiera creo que se hubieran atrevido a tocarme, pero igual gracias por llegar, no se que hubiera hecho con ellos al lado por mas tiempo- sonrió suavemente ante la compañía tan amigable y miro lejos antes de cruzarse de brazos. 

-Y.. ¿Vamos a comer?-


Un ultimo sueño contigo (Gregory x Evan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora