Narra Tanjiro
El patrón me dió la misión de hablar con Tomioka-San y tras una competencia de comer fideos pude lograr que también se uniera al entrenamiento pilar y ya estaba apunto de ir ala segunda face con Tokito, llegué y me recibió con una cálida bienvenida
—Tanjiro, bienvenido te estaba esperando— entre y deje mis sandalias en la repisa
—Hola, Muichiro —
—Aunque llegaste en mal tiempo yo ya acabe mi turno— dijo con simpleza terminando con el siguiente cazador —volviste a morir— dijo habriendoce paso para irse y dejar pasar a su hermano
—Hola Yuichiro— dije
—Kamado, ¿que tal si empiezo con tigo?— dijo preparando su espada de bambú
—esta bien — dije sin pensar en las consecuencias...
Narra: Tu
Era un día tranquilo en la finca Mariposa no habían eridos de gravedad hacique las chicas solo se limitaron a hacer la limpieza diaria
Por los pasillos caminaba un azabache de cabello largo el cual se topo con otra azabache de puntas moradas
—Buenos días Tomioka-San— dijo Shinobu con su inusual sonrisa
—Igualmente Shinobu — dijo con una sonrisa la cual desconcertó a aquella Mariposa, Tomioka siguió su camino y salió de la finca pero... ¿Porque Tomioka sonreía? ...
El azabache camino a dirección a su finca, llegó y entro a su habitación para encontrarse con la persona que le provocaba esa gran sonrisa...
Hace algunos días
Luego de que Tanjiro visitara a Tomioka y lo convenciera de que hiciera el entrenamiento pilar estubo toda la tarde pensando en su mejor amigo de la infancia
...Sabito...
Cayó la noche y ya era hora de dormir Tomioka se acurrucó en su Futón y se arropó de pies a cabeza y tomo su almohada con las manos quedando en un profundo sueño...
Sintió como un peso lo empujaba hacia un lado y le quitaba un poco de su sabana, Tomioka pego un brinco del susto y en posición de defensa estaba a punto de atacarlo pero se detuvo
—Holle acaparas todo el futón— dijo aquel extraño Tomioka trato de divisar quien era con la mirada pero por la habitación oscura fue difícil pero nunca olvidaría ese cabello rosa salmón, y esa voz dulce que calmaba sus dias
—Sabito... — el nombrado se levantó y extendió sus brazos para que el azabache le diera un fuerte apretón en un abrazo y llorara desconsolado en el hombro del oji-Morado el cual también empezó a zollozar.
Al día siguiente Tomioka despertó en su Futón solo
—¿Fue un sueño?— se pregunto preocupado
—Buenos días — dijo el oji-morado mirando a Tomioka, Sabito tenía una bandeja con huevos, tocino y jugo de naranja
—Sabito...— sonrió, recibió la bandeja y empezó a comer
—provecho—
—gracias— dijo contento... —Como... Esque tu...—
