El Hotel Hazbin se convirtió en un campo de batalla, donde la oscuridad y la luz chocaron en una lucha despiadada. A pesar de su posición como ángel caído, Lucifer se lanzó al frente de la batalla con una ferocidad inquebrantable. Sin embargo, su poder palidecía en comparación con el de Rafael y Miguel, quienes irradiaban una divinidad imponente.
Mientras los wendigos atacaban con una fuerza abrumadora, solo Charly, Husk y Niffty parecían capaces de enfrentarse a ellos con éxito. Los demás residentes del hotel luchaban valientemente, pero se encontraban superados por la potencia de sus enemigos.
Lucifer se vio obligado a enfrentarse a un serafín oscuro solo, y la batalla fue feroz. A pesar de su valentía, Lucifer resultó gravemente herido por los ataques del serafín oscuro, su cuerpo marcado por cortes profundos y quemaduras divinas. A su lado, Rafael y Miguel libraban una batalla igualmente intensa contra los otros dos serafines oscuros, luchando con toda su fuerza divina para contener a sus poderosos oponentes.
Mientras tanto, Charly lideraba a un grupo de residentes en busca del origen del campo que ocultaba la presencia del ejército enemigo. Con determinación y astucia, lograron localizar el punto vulnerable y desactivarlo, revelando la verdadera magnitud de la amenaza.
En medio de la confusión causada por la distracción de Charly y su equipo, Rafael y Miguel se abrieron paso entre los enemigos, desatando su poder divino contra los serafines oscuros. Con una coordinación impecable, lograron derrotar a dos de los serafines oscuros, dejando a uno en retirada.
La batalla llegó a su fin con la victoria de los residentes del hotel, pero a un costo alto. Lucifer yacía gravemente herido, su orgullo herido tanto como su cuerpo. Los demás, no estaban tan bien como parecía, ya que los wendigos habían herido a algunos residentes del hotel. Pero, sabían que esta batalla era solo el comienzo de una guerra más grande que se avecinaba.
El silencio pesado se apoderó del campo de batalla mientras los residentes del hotel miraban los escombros y los cuerpos caídos con una mezcla de alivio y tristeza. Las heridas, tanto físicas como emocionales, tardarían en sanar. Charly se acercó a su padre con ojos llenos de preocupación, su corazón apretándose al verlo tan vulnerable.
Charly: "Padre" (murmuró, arrodillándose a su lado) "Estás herido."
Lucifer forzó una sonrisa débil mientras intentaba sentarse.
Lucifer: "No te preocupes por mí, cariño" ( dijo con voz ronca) "Solo son rasguños."
Pero Charly podía ver a través de sus palabras de bravuconería. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras lo abrazaba con fuerza, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.
Charly: "Lo siento, papá" ( sollozó) "No deberías haber tenido que pelear. Esto es culpa mía."
Lucifer acarició su cabello con ternura, sintiendo una punzada de dolor en su corazón.
Lucifer: "No digas tonterías, cariño" (murmuró) "Estoy aquí para protegerte, pase lo que pase."
Mientras tanto, Husk y Niffty se acercaron con expresiones preocupadas, examinando las heridas de Lucifer con cuidado.
Husk: "Necesitas descansar" (con gravedad) "Te llevaremos al interior."
Lucifer asintió débilmente, dejando que lo ayudaran a levantarse. A su alrededor, los otros residentes del hotel se reunieron, intercambiando miradas sombrías mientras procesaban lo que acababa de suceder.
Miguel: "Esto no ha terminado" (murmuró)
Rafael: (su voz cargada de determinación) "Debemos estar preparados para lo que venga a continuación."
Los demás asintieron en silencio, conscientes de que el infierno aún tenía muchas sorpresas guardadas para ellos. Pero en ese momento, en medio del caos y la destrucción, encontraron consuelo en la fuerza de su unidad y en la esperanza de un futuro mejor.
Mientras tanto, en una parte extraña del infierno:
Mientras el caos se desataba en el Hotel Hazbin, Asael, el Primero Mal, contemplaba la escena con ira desde su oscuro refugio en el infierno. Sus ojos centelleaban con una intensidad malévola mientras observaba el fracaso de su ejército y el avance de sus enemigos. Su sed de rabia e ira ardía con una furia inextinguible.
Pero no se resignaría a la derrota. No él, el Primer Mal, el ser más poderoso del infierno. Con un rugido de ira, comenzó a conjurar hechizos oscuros, canalizando su inmenso poder en una sola y devastadora forma de ataque. Planeaba intervenir personalmente, desatando todo su poder en una muestra de fuerza que haría temblar los mismos cimientos del infierno.
Sus pensamientos estaban llenos de odio y rencor hacia aquellos que se atrevieron a desafiarlo. No descansaría hasta que hubiera reclamado lo que consideraba suyo por derecho propio: el control absoluto sobre el infierno y el cielo. Con una sonrisa retorcida en los labios, Asael se preparaba para la batalla final, y estaría listo para enfrentarse cara a cara con sus enemigos.
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📻📻📻📻📻📻Hola📻📻📻📻📻📻
Este sería el capítulo número catorce y podría parecer algo corto, pero es porque quizás mañana tenga listo el siguiente. Sin embargo, quería preguntarles algo
quizás lleguemos a las 1000 lecturas y podría ser un especial, así que les daré unas opciones para hacerlo especial
(En los comentarios).
(Quizás me demore en las opciones y puede que para el especial tarde en hacer unos 12 o 14 días)
(Posdata: la encuesta terminará hasta el 16 de junio)
La verdad muchas gracias por leer y por las estrellas, no pensé que a alguien le gustaría lo que he escrito y en verdad se los agradezco
Intentaré corregir las faltas de ortografía en los capítulos que quedaron desde ahora
Sí nada más que decir tengan un buen
Y maravilloso día/tarde/noche
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El primer angel (Alistar)
FantasyHola, buenas. Esta novela la voy a escribir por gusto propio, tendrá algunas faltas de ortografía. Quiero aclarar que las imágenes y dibujos no son míos, los saco de Google o son de pedido de otra persona. Sin más que decir, voy a entregar algunos d...
