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Capítulo 69 - Tormenta (3)

"¡Desde cuándo...!

Diana había entrado en la mansión.

El Papa y Rudine estaban demasiado absortos en su pelea como para darse cuenta de nada más, y mientras tanto, Isabel permanecía refugiada en la mansión, indiferente al caos del exterior. En medio de esta locura, Diana se había colado sola en la mansión.

No había mayor conmoción que aquella.

Era un caos absoluto con bombas andantes causando todo tipo de problemas por todas partes.

Cuándo, cómo y por qué Diana entró en la mansión no importaba ahora.

Era demasiado tarde.

Diana ya debe haber entrado y encontrado a Kyle.

¿Qué planea hacer sola?

Kyle estaba muerto.

E Isabel estaba allí.

Esa loca nunca aceptaría en silencio la muerte de Kyle.

Probablemente se aferraría a su cadáver hasta el amargo final.

En el pasado e incluso ahora, la muerte de Kyle siempre estaba ligada a Isabel.

"¿Podría ser...?

Los sentimientos de Diana por Kyle no eran, sin duda, amor racional, sino lealtad ciega.

Así que no estaría contenta.

No le gustaría que alguien tratara obsesivamente de usar la muerte de Kyle.

'No hay tiempo que perder.'

Ella tenía que seguir inmediatamente.

Si no lo hacía, podría no volver a ver a Kyle.

No podría enviarlo a su viaje final o llorar su muerte para siempre.

Al menos tenía que confirmar el final de Kyle con sus propios ojos.

De lo contrario, no sería capaz de deshacerse del apego persistente.

Pero...

Clink-

Una línea de caballeros bloqueó el camino de Luna.

Bajo las órdenes de Rudine, la habían rodeado antes de que ella se diera cuenta.

"Lo siento, pero no puedes pasar."

Qué ridículo.

Luna los miró con cara de fastidio.

En ese momento, se oyó una voz fría.

"Luna Winfred".

Rudine miró fijamente a Luna a los ojos.

Luego, hizo una mueca fría.

"Te lo dije".

En ese momento, resonó una voz grave.

"Isabel. Y tú también".

Seguía hablando en tono amistoso.

Como una advertencia.

"Os haré pagar a todos".

Sus ojos profundamente hundidos atravesaron a Luna.

Estaban llenos de un vacío cercano a un abismo.

Al ver eso, Luna sintió una oleada de irritación por alguna razón.

No había tiempo ni ocio para explicar la situación.

Retrocedí Y El Género CambióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora