Ya había rendido la famosa evaluación, el proceso ya estaba en marcha y yo ya entregado a lo que el DESTINO dijera.
Sábado 4 de enero de 2003
Fue durante la noche anterior a la publicación de los resultados que, Felipe, el único de mi grupo de amigos que contaba con un computador y acceso a internet en su casa me llama para darme los resultados de la PAA que se habían filtrado, le cuelgo el teléfono en seco, debía saberlos por mí mismo como lo exige el protocolo de la época...
Domingo 5 de enero de 2003
Me levanto temprano a comprar el Diario La Nación que es el periodico oficial que publica los resultados a nivel nacional de la PAA. Las manos me tiemblan al pagarle a la señora del kiosko, camino con el diario bajo el brazo, mi futuro bajo el brazo, en esas páginas. Con un nudo en el estómago y otro en el corazón camino hasta una banca de la plaza y me siento a revisar los resultados...
Lunes 20 de enero de 2003
¡¡ACEPTADO!! Sí, aceptado en la carrera de Pedagogía en Idiomas Extranjeros de la Universidad de Concepción, los 624.10 puntos ponderados me permitían entrar a la carrera sin problemas(?).
Mientras que con entusiasmo le trataba de explicar lo que sucedía a mi incredula madre, suena el teléfono, era Yerco, un amigo quien también estaba en el proceso de postulación. Me avisa que debemos ir de inmediato a inscribirnos para iniciar la parte final del proceso de postulación ya en una universidad determinada, llamada providencial, no tenía idea del proceso a seguir. La gloriosa Universidad de Concepción nos esperaba.
Marzo 2003
Las vacaciones de ese año ya se habían ido con el verano, iniciaba una nueva vida y no podía empezar de peor manera... Perdido!!
Perdido en la universidad, no tengo idea de dónde inscribir ramos, mi amigo Yerco me acompaña, al menos no estoy solo.
Aunque estoy en una carrera de pedagogía, las asignaturas no las debía inscribir en la Facultad de Educación donde nos encontrabamos, debía encontrar la Facultad de Humanidades y Artes. Con nervios y verguenza le consulto a una viejita que justo pasa por fuera de la facultad donde NO debía inscribir:
- Disculpe señora, buenos días. ¿Sabrá usted por casualidad dónde queda la Facultad de Humanidades y Artes?
- Sí, claro, justo voy para allá, vamos. ¿Andas perdido?
- Sí, soy nuevo y necesito inscribir ramos.
- ¿Ah, y a qué carrera entraste?
- Pedagogía en Idiomas Extranjeros (Bien pronunciado y con el pecho inflado).
- Ah! Entonces seré tu jefa de carrera...
Enmudecí y palidecí, fue el camino más largo de mi vida, la gente universitaria debe ser gente muy educada, inalcanzable pensaba yo. ¿y cómo se llama usted?
- My name is María Teresa Poblete y ¿tu cómo te llamas?
- My name is César Vallejos (nervioso pero puntudo).
Yerco, mi amigo se limitó a esbozar una sonrisa maliciosa mientras nos escuchaba "hablar".
Para ese entonces, mi personalidad no me permitía mantener conversaciones muy largas, mucho menos con personas desconocidas, ni que decir con una jefa de una carrera universitaria, para mi poco mundo en ese entonces, ellos eran personas que prácticamente vivían en una especie de Olimpo terrenal. La señora María Teres no dejó de hablar durante todo el camino, con una voz que a veces colgaba de un hilo, lo que me hacía muy difícil de entenderla y a lo que simplemente terminaba por fingir una sonrisa y replicarle con un movimiento de cabeza afirmativo, Yerco no aportó mucho a la conversación, hasta que por fin..!!
- Ya llegamos. Que te vaya bien, good luck César. Bye!
- Bye! Me despedí con un beso en su mejilla, mitad aturdido, mitad agradecido y esperanzado.
Aún Marzo
Inician las clases, se forman los cursos, somos dos secciones; A y B. Todos parecen venir de colegios de renombre y conocidos por su buena preparación en cuanto al idioma inglés, es como si vinieran de otro mundo, algunos incluso hijos de profesores de inglés, sólo conozco a Giannina y Orlando quienes también andaban perdidos en la inscripción de ramos y resultaron ser bastante simpáticos y a Luis un ex compañero de la enseñanza básica en el Salesiano. Empiezo a sentir la presión y la desventaja.
April
¡Todo es inglés, no entiendo nada! Me siento frustrado, fracasado quiero abandonar la carrera, no soy capaz de responder ni una pregunta básica. Nadie sabe de mis intenciones.
A pesar de todo, algunos profesores logran motivarme y me llevan a tomar un segundo respiro. Las profesoras Yasna y MEC (Marcela Eugenia Cabrera), pasan a ser una suerte de nuestras profesoras jefe y logro una cierta cercanía con ellas, de alguna forma rompen el hielo que me tenía paralizado. Susan Foot, la gringa hippie, me inunda con sus lecturas, sabe que me cuesta, pero no me abandona. Vuelvo a respirar, rendirse no es algo aceptable, por lo menos mis notas son honestas, no como las de aquellos que han logrado buenas calificaciones a través de trampas, eso es lo inaceptable, emerge mi orgullo.
Llegan las vacaciones de invierno, por fin terminaba el suplicio, a duras penas los ramos estaban cerrados dejando un saldo de solamente un ramo reprobado. Débora una compañera de sección cuyo proceso también había sido complicado me comenta la idea de agradecer de alguna forma el hecho de no haber fracasado y es así como nos inscribimos en los Trabajos Comunitarios de la universidad. Acepto contento, el trabajo que había desarrollado con Techo Para Chile en el colegio me había servido de preparación y me motivaba "volver a las canchas".
Llegada la fecha de los trabajos somos enviados a la comuna de Lota, ya acostumbrado a la cara más fuerte de la pobreza, el trabajo en diferentes áreas de ayuda se me hace fácil y en cierta medida me dedico a guiar a quienes no tenían experiencia. Sin darme cuenta mi labor se destaca y finalizados los trabajos se me felicita de manera pública por los líderes de las diferentes sedes participantes. Los pobladores también me agradecen la ayuda y me regalan un hermoso y delicioso pan de rescoldo típico de la zona, los niños me escriben cartas de agradecimiento y despedida.
Nuevas fuerzas y ánimos para empezar un nuevo desafío llegan a llevarme de regreso a la universidad.
Agosto 2003
El DESTINO, siempre en sus mayúsculas escribiendo o mostrándose en sus maneras propias. Algo ya más ambientado, pero siempre con los miedos del nuevo mundo que representaba la universidad, iniciaba el segundo semestre, nuevos profesores, nuevas cargas académicas, nuevas personas... Ella.
A los pocos días de iniciado el semestre una mañana la facultad de Humanidades y Artes se vio inundada de gente rubia, muy rubia y algo silenciosos.
¡GRINGOS! Sí, alumnos extranjeros llegaban a nuestra facultad como parte del programa de intercambios entre su universidad y la nuestra. Muy curiosos junto a algunos compañeros fuimos a mirar a los recién llegados en su sala, fue ahí cuando unos enormes ojos se clavaron en los mios, me miraron y no pude dejar de observarlos, era algo hipnótico.
Pasaron los días y todos nos limitamos a ver pasar a este grupo de gringos tímidos y silenciosos. Hasta que una tarde mientras estudiabamos en la biblioteca de la facultad me decidí a hablarle a la gringa de los ojos grandes.
Lindsay, la pelirroja del grupo resultó ser una extrovertida y con un muy buen manejo del español---
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CONFIESO QUE HE EDUCADO; Historias de Aulas
NonfiksiLa historia de un estudiante introvertido que por los azares del Destino (siempre en mayúscula) se convierte en profesor y esta profesión lo lleva por diferentes realidades educacionales donde tiene que enfrentar diversas situaciones junto a sus alu...