Ya había pasado dos semanas desde que todos descubrieron sus castas y sin embargo seguían tensos.
Nadie quería dejar la escuela pero se volvió un peligro cuando no podían estar en el mismo cuarto por mucho tiempo.
Los omegas y alfas se dividieron en dos grupos, lastimosamente los omegas no soportaban los fuertes olores de los alfas al ser la primera vez que huelen algo con tanta potencia.
Y los alfas aún no podían controlar su instinto siendo muy peligroso para todos estar cerca.
Shoto estuvo en medio de eso, siendo espectador de como sus amigos se alejaban de a poco...
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Eso nos lleva a este momento en dónde los maestros se pusieron de acuerdo para hacer un entrenamiento especial para los omegas y alfas.
Solo omegas y alfas.
Si, eso significa que el se quedará en las bancas viendo como sus amigos aprendían a controlarse.
Ser el único beta del salón lo excluye de ciertas cosas, no habla y no siente la necesidad de profundizar sus sentimientos.
Entiende que no es un juego y que no es momento de socializar cuando están en un momento serio.
Solo se queda apartado a lo lejos viendo como también ellos se apartaban entre ellos, su segunda familia se estaba desmoronando.
Puede sonar como algo dramático pero aunque no lo parezca es sentimental (traumas).
Y iba a seguir en sus pensamientos pero volvió a oír una de esas características explosiones.
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-¡Cuidado!. -grito alguien de fondo.
-¿¡Dónde está aizawa-sensei!?. -grito uraraka con desesperó al oler el fuerte olor de polvora.
-¡Alejense parece que entro en celo!. -dijo autoritario iida.
Pero fue en vano pues los omegas se sentían sometidos y los alfas amenazados.
Shoto a lo lejos vio toda la escena y rápidamente corrió para donde se encontraban todos.
"¿Que hago? ¿Cómo los ayudo?" -se dijo internamente antes de llegar.
No olía nada, como se suponía de un beta.
Se acerco a bakugou pues si iba con los alfas no ayudaba y menos con los omegas.
-¡Bakugou, escucha no te dejes controlar tu instinto te está cegando!. -dijo serio de frente mirando de reojo a los alfas para que movieran a los omegas, una distracción.
Bakugou se olvidó por un momento de los demás.
"¡El, es el!" -algo dentro de bakugou grito con emoción.
Su mente se nublo y perdió el poco control que tenía.
Caminaba de manera lenta acercándose a todoroki mientras shoto retrocedía cada paso.
Todoroki no quería lastimarlo por alguna razón.
En corto se abalanzó sobre el.
"Salvó a los omegas pero ahora ¿Quien lo salvaba a el?" -penso cuando se dió cuenta que solo quedaban ellos.
-bakugou espera, no soy un omega. -dijo sonando serio y neutro intentando quitar se lo de encima.
"¡¿Cómo es que está tan fuerte?!"
Bakugou no hablaba...
La situación era parecida a la de un tigre y su presa, lo veía con hambre.
Siente el aliento de bakugou cerca de su cuello lo que lo hace estremecer.
Con una sonrisa burlona le da un tierno beso a su clavícula.
Siente la piel de gallina.
Hace el esfuerzo de alejarse pero es en vano.
Y lo que menos esperaba sucedió, bakugou lo mordió.
Cuando bakugou alejo su cara noto que no se quedó como esperaba.
Lo volvió a morder pero sacándole sangre en el proceso.
Todoroki soltó un pequeño quejido, tratando de callar su voz.
El rubio noto esto y lo volvió a morder.
Y se volvió su lugar favorito pues lo mordió unas veces más hasta quedar rendido cómodo en el cuello con las marcas.
Que era muy seguro se quedarian por un tiempo.
Si, aún estando en celo solo lo mordió.
"Seguro pensó que era un omega, ¿Por qué un alfa querría a un beta?"
... No tenía palabras para eso.
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∆×shoto sintió que no debía usar su quirk×∆
∆×fin×∆