Marcella. 1820 .
Otro amanecer hizo resplandecer en dorado las costas del puerto de Marsella. En la respetable casa del capitán Kim, el silencio era perturbado desde el segundo piso por el constante choque del respaldo de caoba de la cama contra la pared. Jungkook saltaba a buen ritmo sobre el regazo de su esposo, autopenetrandose con rudeza. Su cabeza estaba echada hacia atrás, sus ojos cerrados y su boca gimiendo el nombre del capitán.
Tae amasaba el voluptuoso trasero del doncel, correspondiendo a su pasión al empujar sus caderas a su encuentro para embestirlo con dureza.
—¡Ah! Tae... ah... ah...
La noche anterior, una vez estuvieron seguros que toda la servidumbre se había retirado, se encerraron en su habitación y pasaron el resto de la velada haciendo el amor. Fue por eso que al despertar, Tae esperaba encontrar a su bello esposo durmiendo por el cansancio. En cambio, fue despertado al sentir como Jungkook encima de él y dándole la espalda, frotaba su trasero desnudo con su miembro erecto. La imagen fue tan excitante que no se contuvo y lo tomó en cuatro, haciéndolo tener que ahogar sus gritos en las almohadas. Y creyó que con ello terminaría la sesión mañanera, pero apenas se repuso de su orgasmo, su esposo volvió a invertir posiciones para montarlo.
—Oh, Tae... m-me encanta... como me llenas...
—Jungkook, precioso...
Lo jaló hacia abajo para besarlo y mantenerlo quieto mientras martillaba más rápido dentro de él, y ambos acabaron luego de algunos minutos. Exhaustos, relajaron sus cuerpos en el suave colchón.
—No me quejo, pero ¿puedo saber la razón de tu entusiasmo de esta mañana?
—No quiero que te vayas. Te voy a extrañar demasiado. Como cada vez que te vas.
—Precioso mio, este viaje será solo de seis semanas. Estaré de regreso a tu lado antes de que te des cuenta.
Tae acercó el cuerpo del doncel, acarició las anchas caderas para abrazar su estrecha cintura, y terminó su muestra de afecto dejando un camino de besos desde su cuello hasta sus labios.
—Además, las cosas no son como antes. Tenemos mucho dinero, eres señor de esta gran casa y tienes una posición en sociedad. A veces me parece que trabajas más de lo que yo lo hago. No notarás mi ausencia.
—Me ocupo tanto, precisamente para no extrañarte tanto. Pero nunca lo logro, porque te siento en mi corazón, en mi mente, en mi alma y en mis huesos.
Jungkook se aferró al torso de su esposo, dejando un beso en medio de su pecho.
—Pero es tu trabajo, y se que amas el mar tanto como me amas a mi. Nunca te pediría dejarlo. Por eso, y sabiendo que en unas horas tendrás que irte, debo decirte algo.
El doncel se levantó para sentarse y Tae también lo hizo, suponiendo por la expresión nerviosa de su esposo, que lo que deseaba decirle era importante. Se tomaron de las manos y después de un suspiro, el bello catalán habló.
—Hemos intentado y rogado tanto a la providencia porque nos bendijera con darnos un hijo fruto de nuestro amor, y por fin nuestro deseo ha sido concedido.
—Amor mio, ¿quieres decir que...?
—Si, vamos a tener un bebé.
El Monarca partió esa mañana, pero su tripulación sintió casi propio el dolor de su capitán cuando tuvo que embarcar y dejar a su esposo. Sin embargo, así como fueron testigos de la tristeza de los días lejos de Marsella, fueron parte del regocijo del regreso que reunió a los dos amantes.
—Quiero todo de ti, por siempre.
Gracias por leer koorazones, pueden pasarse por nuestro Insta para encontrar más contenido de esta o de otras de mis historias: society_taekook
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𝙄 𝙒𝙖𝙣𝙩 𝙔𝙤𝙪 𝙏𝙤 𝙏𝙝𝙚 𝘽𝙤𝙣𝙚. Taekook ꒰vol.1꒱
Romance. . . ۪ ꒰͡ ୨ฺ۟୧ ͡꒱ ۪ . . . Jungkook, un bello doncel, espera a su amado Tae, un marino que había embarcado en un largo y peligroso viaje. La pasión contenida durante su separación se desata en una ola de amor y deseo, llevándolos a entregars...