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Cuando llegaron a una habitación, Douma te arrojó al suelo para luego arrodillarse.
"¡Qué bueno que haya llegado mi señor! Hasta iba a entrar a la habitación prohibida así que la castigue."- Dijo el demonio sonriendo le a su superior. Tú volteaste a ver al otro lado de la habitación y viste a Kamoyi junto a otro hombre que a tu visión borrosa te daba miedo.
"Qué débil, los humanos son muy débiles y estúpidos. No son más que basura y una escoria, por eso los mató."- El se puso de pié y camino hasta donde estabas y te agarró del mentón con firmeza haciendo que lo veas.- "¿Crees que llorando resuelves tus problemas?... Son tan patéticos. Mírate, ahora tienes miedo."
El se alejó y se acercó a Kamoyi, te alarmaste un poco, preocupada por sus intenciones.
"Necesito más demonios, quiero que el puesto de las lunas menguantes estén completos, así que ustedes lo serán o si no mueren."- Cuando dijo eso clavó sus uñas en el cuello de Kamoyi inyectando de su sangre.
"¡No!."- Como pudiste te pusiste de pié para correr hacia Kamoyi, ella empezó a gritar fuertemente mientras que se retorcía en el suelo. La agarraste llorando tratando de buscar su herida pero ella no se dejaba porque se movía mucho.
"Ay que lindo es amor de hermanas... ¡Lastima que ella te traicionó!."- Douma hablo riendo.
Antes que dijeras algo algo atravesó tu cien, para sentir como algo empezó a renar por toda tu cabeza, era como ácido. Te ardía cada parte de tu cuerpo, y empezaste a sollozar agarrando fuertemente tu cabeza. Sentías que ibas a desmayar y así fue.
(...)
Para cuando despertaste te sentías diferente, al igual que cansada y mucha hambre.
Te incorporaste, pasaste tu mano por tu cara, no recordabas nada. Tu mente y recuerdos estaban en blanco.
Viste tus manos y tenias las uñas como garras de un color negro, suspiraste para ponerte de pie y ver que estabas en una habitación que no tenía puerta.
"¿Como entre?."- Hablaste bajó, para luego escuchar un sonido de un instrumento y aparecer en otro lugar distorsionado y sin explicaciones sobre la gravedad. //xD//
La voz de un hombre sonó en tu mente.
"Ahora eres una de mis demonios, muéstrame respeto y que eres digna de ser una de las doces lunas."- Te sentaste en el suelo y bostezaste.
"Esas voces de mi mente que."- Levantaste una ceja, hablaste eso en un tono alto. Luego de unos segundos sentiste una punzada en el corazón haciéndote gemir de dolor.
"Dije que más respeto."- Ahora hablo esa voz, pero esta vez enfrente de ti.- "Por si no lo sabes, yo soy Muzan Kibutsuji el rey de los demonios, así que arrodillate y muéstrame tu sumisión y respeto."
Lejos de hacerle caso, solamente lo viste. No es como si te importaba quien era el.
De la nada tu cuerpo se movió solo y ahora estabas de rodillas enfrente de él, aquel hombre te veía penetrantemente.
"Eres una zorra insolente, una pequeña mocosa en mis manos."- Hablo con brusquedad e intimidante mente, tú cuerpo te empezó a arder para sentir como te salía sangre por la nariz.- "Odió a los humanos, y tú todavía conservas parte de tú humanidad. Así que ya se que hacer."
El biwa sonó y ahora estaban en el aire libre, justamente enfrente de una cabaña.
"Quédate aquí."- Hablo el, era una orden y para ti era un estúpido.
Te sentaste en el suelo limpiando la sangre de tu nariz con la manga de tu kimono.
Ahora que no recordabas nada, y sabes que eres un demonio tu vida no tendría sentido en cierto casó. Serias un muerto que camina vivo, pensar en ello te daba escalofríos.
Viste para el cielo, encontrando la luna llena, junto a ella habían dos estrellas que se notaban más que las otras. Pero ahora que lo piensas ¿comerías a humanos y serias un monstruo? No, definitivamente no, no serias capaz de dañar a alguien.
Bajaste la mirada viendo como Muzan salía con un cuerpo en su hombro, un olor invadió tu nariz y te activó. Aquel olor no te era desagradable, al contrario.
"Devorala."- El lanzó una niña en tus piernas, te estremeciste a descubrir que ella es la que huele de tal forma. Viste el cuerpo babeando, pero a la vez llorando. Por dentro tenias una lucha contra tu naturaleza y sentimientos.- "¿No me escuchaste? ¡Devorala!."
Clavaste los dedos en la tierra, para no tocarla. La pequeña ya hacia sin vida y con varias heridas en el cuerpo.
Te obligaste a cerrar la boca y ver a otro lado.
"P-paso..."- Las lágrimas salían, de verdad no querías hacerlo. Muzan te vio con desdén.
"Me temo que te obligare hacerlo."- Dicho eso controló tu cuerpo haciendo que la devorés, y hagas cosas horribles con el cuerpo de la pequeña.
Seguías llorando, ahora pensabas que eras un monstruo al devorar a una niña, esa conciencia de culpa te hizo sollozar.
Muzan estaba luchando, aunque el no podía creerlo, eras difícil de controlar. "Si sigue así saldrá de mi control, debo matarla." Pensó el viéndote.
(...)
Ahora estabas lejos de donde habías comido, estabas en una cueva viendo como caía la lluvia.
Nunca más volverías a tocar a un humano.
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Hasta aquí el cap de hoy, jijiji como diría Muzan hee hee
